Casi todos desechamos la parte blanca de la naranja y el limón por su sabor amargo, pero no deberíamos hacerlo.
Un estudio de la Facultad de Ingeniería de Alimentos Unicamp (San Pablo) demostró que esta parte de la corteza de ambos cítricos tiene importantes concentraciones de hierro, calcio, magnesio y zinc, mucho más que los que concentra el jugo de esas frutas.
"Además tiene hesperidina, antioxidante capaz de reforzar las defensas del organismo", dijo Flavia Pinho, médica especializada en medicina deportiva y nutricionista brasileña, a la revista Boa Forma.
Actualmente muchos chefs la utilizan para resaltar el sabor de sus platos y tanto la cáscara como el albedo, que es el nombre que recibe esta parte blanca, se la utiliza para preparar diversos tés medicinales.
Los especialistas aconsejan que en lugar de desecharla se debe buscar formas creativas para incorporarlas a la dieta diaria.
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