miércoles, 15 de noviembre de 2017
Tus hijos deben 'comer bien para pensar mejor'
El concepto de 'comer bien para pensar mejor' refleja la importancia de otorgar a los niños un desayuno rico en cereales, frutas y lácteos. La pediatra María Cecilia Avancini compartió una serie de alimentos fundamentales en la dieta infantil, según publicó el portal argentino Infobae.
– Frutas: 2 a 3 veces por día. La vitamina C de las naranjas y otros cítricos estimula la agilidad mental. Además, los arándanos ayudan a combatir la carencia de memoria a corto plazo.
– Verduras: al menos una comida al día debe tener verduras, por su aporte en vitaminas, minerales y fibras que el cerebro requiere. Aquí se encuentran la palta y las espinacas.
El brócoli contribuye a hacer despegar la funcion cognitiva y, por su parte, la remolacha dispone de un componente que potencia la conexión entre neuronas y desarrollo de la memoria a largo plazo.
– Carnes: sobre todo el pollo, por ser fuente de proteínas y hierro, además de contribuir a la concentración y el ordenamiento de ideas.
– Pescado: 2 a 3 veces cada semana. Otorga fósforo, proteínas, vitaminas, ácidos grasos esenciales y Omega 3.
– Huevos: ayudan con vitaminas y proteínas.
– Lácteos: su aporte de calcio es esencial para crecer.
– Frutos secos: por ejemplo la nuez, que es rica en vitamina E, útil para combatir la pérdida de memoria.
Adicionalmente, es fundamental también controlar la hidratación del niño desde su nacimiento, porque el agua es el primer alimento indispensable, refresca y favorece el correcto desempeño del organismo; en consecuencia, permite una mejor digestión y absorción de los nutrientes.
martes, 14 de noviembre de 2017
Consejos para lograr una dieta más saludable
Elegir alimentos saludables significa observar de cerca nuestros hábitos alimenticios actuales y realizar pequeños cambios que constituyen nuevos hábitos y una mejor nutrición. Susan Bowerman, M.S., RD, CSSD, CSOWM, FAND – Directora, Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife, comparte consejos para elegir alimentos más saludables.
¿Por qué es tan difícil elegir alimentos saludables? No es que no sepamos qué alimentos son saludables y cuáles no. Pero algunas veces resulta difícil elegir los alimentos correctos cuando nos enfrentamos constantemente con la tentación o no tenemos un plan.
No solo tenemos que elegir los alimentos en cada comida o refrigerio, sino que en realidad tomamos decisiones de alimentación a lo largo de todo el día. Cada vez que vemos, olemos o pensamos en comida —que sucede mucho más seguido de lo que se imaginan— tenemos una decisión por tomar.
El truco para elegir mejor los alimentos es aprender a “mejorar”—en términos de nutrición. Observen los alimentos que consumen actualmente y vean si pueden reemplazarlos por opciones más saludables. Si, en términos generales, sus patrones alimenticios son buenos, y realizan las comidas y refrigerios regulares incluyendo una variedad de alimentos, entonces es solo cuestión de incorporar algunas opciones más saludables en lugar de aquellas que no les hacen tan bien.
Tomen nota de sus hábitos de alimentación
El primer paso para mejorar la dieta es observar detalladamente sus hábitos alimenticios actuales. Escriban todo lo que comen por un par de días. No pueden realizar cambios si no saben realmente lo que están haciendo o cuáles son sus puntos débiles.
Una vez que lo hayan hecho, examinen su diario de alimentos sin juzgarse. Solo sean objetivos. Observen sus patrones alimenticios y opciones de alimentos y tan solo reconozcan que hay algunas cosas que probablemente deseen cambiar. Y mientras tanto, no se olviden de felicitarse por todo lo que están haciendo bien.
Saber qué comemos
Después de haber llevado el diario de alimentos por un tiempo, sabrán bien los alimentos que están consumiendo. Pero también querrán saber qué contienen los alimentos que están consumiendo. Cuando hacen las compras, tómense un momento para leer las etiquetas. Miren los ingredientes y la información nutricional para que puedan evaluar las calorías y el contenido de grasa y azúcar de los alimentos que compran.
Planificar por adelantado
Es más fácil tomar mejores decisiones cuando planificamos por adelantado. Cuando tienen un plan de comidas y refrigerios, están más comprometidos a incorporar opciones más saludables.
Mantengan el foco en reemplazar los malos hábitos por mejores hábitos y sepan que cada pequeño esfuerzo cuenta. A medida que continúen tomando mejores decisiones, éstas se convertirán en nuevos hábitos y, con el tiempo, esas mejores decisiones serán los alimentos que ansíen comer.
Cambios saludables, opciones de alimentos más saludables:
¿Por qué es tan difícil elegir alimentos saludables? No es que no sepamos qué alimentos son saludables y cuáles no. Pero algunas veces resulta difícil elegir los alimentos correctos cuando nos enfrentamos constantemente con la tentación o no tenemos un plan.
No solo tenemos que elegir los alimentos en cada comida o refrigerio, sino que en realidad tomamos decisiones de alimentación a lo largo de todo el día. Cada vez que vemos, olemos o pensamos en comida —que sucede mucho más seguido de lo que se imaginan— tenemos una decisión por tomar.
El truco para elegir mejor los alimentos es aprender a “mejorar”—en términos de nutrición. Observen los alimentos que consumen actualmente y vean si pueden reemplazarlos por opciones más saludables. Si, en términos generales, sus patrones alimenticios son buenos, y realizan las comidas y refrigerios regulares incluyendo una variedad de alimentos, entonces es solo cuestión de incorporar algunas opciones más saludables en lugar de aquellas que no les hacen tan bien.
Tomen nota de sus hábitos de alimentación
El primer paso para mejorar la dieta es observar detalladamente sus hábitos alimenticios actuales. Escriban todo lo que comen por un par de días. No pueden realizar cambios si no saben realmente lo que están haciendo o cuáles son sus puntos débiles.
Una vez que lo hayan hecho, examinen su diario de alimentos sin juzgarse. Solo sean objetivos. Observen sus patrones alimenticios y opciones de alimentos y tan solo reconozcan que hay algunas cosas que probablemente deseen cambiar. Y mientras tanto, no se olviden de felicitarse por todo lo que están haciendo bien.
Reducir los alimentos con más calorías
El próximo paso es trabajar en torno a la reducción de los alimentos más calóricos que consumen habitualmente. Comiencen por los alimentos con alto contenido de grasa y azúcar. Una vez que hayan identificado a los principales culpables, utilicen el siguiente gráfico de alimentación saludable que los ayudará a encontrar opciones más saludables. A medida que incorporen estas opciones de alimentos más saludables a su rutina, mejorarán gradualmente la calidad de los nutrientes en la dieta, reducirán las calorías y probablemente se sentirán más llenos y satisfechos con las comidas.Saber qué comemos
Después de haber llevado el diario de alimentos por un tiempo, sabrán bien los alimentos que están consumiendo. Pero también querrán saber qué contienen los alimentos que están consumiendo. Cuando hacen las compras, tómense un momento para leer las etiquetas. Miren los ingredientes y la información nutricional para que puedan evaluar las calorías y el contenido de grasa y azúcar de los alimentos que compran.
Es sencillo
Una buena estrategia para una mejor elección de los alimentos es inclinarse por los alimentos menos procesados. Todo alimento tiende a su valor nutricional cuánto más cerca se encuentre de su estado natural o sea menos procesado. También estarán consumiendo menos grasa, azúcar y sal.Sean realistas
Si sienten antojo por un helado, intentar satisfacer ese antojo con tallos de apio probablemente no funcione. Quizás funcionaría con yogur griego con frutos rojos, o rodajas de banana congelada.Planificar por adelantado
Es más fácil tomar mejores decisiones cuando planificamos por adelantado. Cuando tienen un plan de comidas y refrigerios, están más comprometidos a incorporar opciones más saludables.
Mantengan el foco en reemplazar los malos hábitos por mejores hábitos y sepan que cada pequeño esfuerzo cuenta. A medida que continúen tomando mejores decisiones, éstas se convertirán en nuevos hábitos y, con el tiempo, esas mejores decisiones serán los alimentos que ansíen comer.
Cambios saludables, opciones de alimentos más saludables:
El
lugar de…
|
Prueben...
|
Panes de harina refinada,
cereales, tortillas de harina
|
Pan 100% integral, cereales,
tortillas de maíz
|
Gaseosas, jugos de fruta
|
Agua con o sin gas con
limón, lima o pequeños trocitos de fruta fresca
|
Arroz blanco, fideos, papas
|
Arroz integral, quínoa,
mijo, pasta integral, fideos soba, batatas —u omitir todos y duplicar la
cantidad de vegetales
|
Tortas, galletitas dulces,
tartas, masas, helados
|
Frutas frescas, frutas
congeladas (los frutos rojos, bananas, mango tienen una textura cremosa que
aporta saciedad), yogur descremado con frutas
|
Papas fritas, galletitas
saladas
|
Edamame, vegetales crudos
con humus, galletas de arroz integral, nueces o nueces de soja
|
Mayonesa, aderezos para
ensaladas, salsas, crema agria
|
Mostaza, palta pisada,
aderezos para ensaladas bajos en grasas, salsas, jugo de limón, yogur natural
descremado
|
Bebidas de café con un alto
contenido de calorías
|
Leche descremada o cappuccino,
té de hierbas, batido de proteínas caliente
|
Carnes con grasa, embutidos,
etc.
|
Carnes magras, pechuga de
pollo, frutos de mar, sustitutos de carne a base de soja
|
jueves, 9 de noviembre de 2017
Suplementos que retardan el envejecimiento
La buena alimentación también es importante para el éxito de cualquier tratamiento; sin embargo, Zapata recalca que “es pertinente hacer una visita a un nutriólogo porque las reacciones son distintas en cada organismo”.
Sabías que el cuerpo también se oxida? Esto es inevitable debido al paso del tiempo, pero existen formas de ralentizar este proceso y cuidar las células del organismo. Esa manera es el tratamiento ortocelular por medio de suplementos alimenticios.
La medicina ortomolecular incluye una técnica antiedad, que intenta reparar el desequilibrio que ocurre en las células, dando salud y con ella estética al cuerpo. En ese sentido es que se ha desarrollado Revidox, un suplemento alimenticio elaborado a base del Resveratrol, producto que ayuda a prevenir la oxidación celular y así retrasar el envejecimiento.
“El Revidox, dentro de sus componentes, tiene un producto llamado STILVID, que se extrae de la semilla y cáscara de la uva, y conserva el equilibrio ortomolecular”, explica Alan Zapata, médico geriatra. El suplemento también está compuesto por Complejo B2, selenio, zinc y vitamina C, los cuales —según el especialista— son primordiales para una buena y sana alimentación diaria.
Con todos esos elementos en su fórmula, este producto combate los daños ocasionados en las células y en la piel, repara los efectos del sol y la contaminación, otorgando al cutis mayor elasticidad, hidratación y luminosidad. Su consumo puede ser diario, ya que no es nocivo para el cuerpo. El periodo de tratamiento depende de la individualidad bioquímica de cada persona: los resultados en la salud y en la estética pueden notarse entre dos semanas a dos meses, según el consumidor y el estilo de vida que lleve, afirma Zapata. Todo depende de los factores que coadyuven en el desequilibrio celular, por ejemplo, el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas, el fumar o el ingerir alimentos altos en grasas saturadas.
Alan Zapata y Leyna Alvarado hablan acerca del equilibrio de las células.
Sin duda, los cuidados hacen la diferencia pero nunca están de más, en especial “a partir de los 30 años en los hombres, y en las mujeres cerca de los 40.
Esto porque ellas tienen un sistema de protección natural que es el estrógeno. Pero cuando entran en el periodo de menopausia, el proceso de degeneración celular es más rápido”, expone el galeno, quien sugiere la ingesta de suplementos en personas saludables, pero en especial, en quienes sufren alguna enfermedad.
La buena alimentación también es importante para el éxito de cualquier tratamiento; sin embargo, Zapata recalca que “es pertinente hacer una visita a un nutriólogo porque las reacciones son distintas en cada organismo”. Por ello, Leyna Alvarado, jefa de línea del producto, recomienda un análisis de sangre, pues en él habrá mayores datos respecto del funcionamiento del cuerpo.
El deterioro y el envejecimiento del organismo son parte del orden natural de la vida, pero con cuidados y prevención se puede ralentizar el proceso. En síntesis, los suplementos alimenticios como Revidox tienen la suficiente cantidad de vitaminas y minerales para el funcionamiento celular. Al ser un producto suplementario, no requiere de prescripción médica y actúa de forma preventiva.
Sabías que el cuerpo también se oxida? Esto es inevitable debido al paso del tiempo, pero existen formas de ralentizar este proceso y cuidar las células del organismo. Esa manera es el tratamiento ortocelular por medio de suplementos alimenticios.
La medicina ortomolecular incluye una técnica antiedad, que intenta reparar el desequilibrio que ocurre en las células, dando salud y con ella estética al cuerpo. En ese sentido es que se ha desarrollado Revidox, un suplemento alimenticio elaborado a base del Resveratrol, producto que ayuda a prevenir la oxidación celular y así retrasar el envejecimiento.
“El Revidox, dentro de sus componentes, tiene un producto llamado STILVID, que se extrae de la semilla y cáscara de la uva, y conserva el equilibrio ortomolecular”, explica Alan Zapata, médico geriatra. El suplemento también está compuesto por Complejo B2, selenio, zinc y vitamina C, los cuales —según el especialista— son primordiales para una buena y sana alimentación diaria.
Con todos esos elementos en su fórmula, este producto combate los daños ocasionados en las células y en la piel, repara los efectos del sol y la contaminación, otorgando al cutis mayor elasticidad, hidratación y luminosidad. Su consumo puede ser diario, ya que no es nocivo para el cuerpo. El periodo de tratamiento depende de la individualidad bioquímica de cada persona: los resultados en la salud y en la estética pueden notarse entre dos semanas a dos meses, según el consumidor y el estilo de vida que lleve, afirma Zapata. Todo depende de los factores que coadyuven en el desequilibrio celular, por ejemplo, el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas, el fumar o el ingerir alimentos altos en grasas saturadas.
Alan Zapata y Leyna Alvarado hablan acerca del equilibrio de las células.
Sin duda, los cuidados hacen la diferencia pero nunca están de más, en especial “a partir de los 30 años en los hombres, y en las mujeres cerca de los 40.
Esto porque ellas tienen un sistema de protección natural que es el estrógeno. Pero cuando entran en el periodo de menopausia, el proceso de degeneración celular es más rápido”, expone el galeno, quien sugiere la ingesta de suplementos en personas saludables, pero en especial, en quienes sufren alguna enfermedad.
La buena alimentación también es importante para el éxito de cualquier tratamiento; sin embargo, Zapata recalca que “es pertinente hacer una visita a un nutriólogo porque las reacciones son distintas en cada organismo”. Por ello, Leyna Alvarado, jefa de línea del producto, recomienda un análisis de sangre, pues en él habrá mayores datos respecto del funcionamiento del cuerpo.
El deterioro y el envejecimiento del organismo son parte del orden natural de la vida, pero con cuidados y prevención se puede ralentizar el proceso. En síntesis, los suplementos alimenticios como Revidox tienen la suficiente cantidad de vitaminas y minerales para el funcionamiento celular. Al ser un producto suplementario, no requiere de prescripción médica y actúa de forma preventiva.
Aliméntate según tu grupo sanguíneo
Existen 4 grupos sanguíneos el O, A, B y AB, y de seguro tú perteneces a alguno de ellos, pero lo que desconoces es qué alimentos le van mejor con tu tipo de sangre y por qué razón muchas personas a pesar de hacer dieta estricta no bajan ni un gramo, por el contrario, aumentan más rápidamente, en este artículo descubrirás las causas.
“La dieta según el grupo sanguíneo al que pertenezcas se basa en la relación que existe entre el sistema digestivo y el inmunológico, y en su capacidad celular y bioquímica de procesar los distintos alimentos como: carne verduras, frutas, granos, legumbres y cereales”, asegura la nutricionista Aline Reyes Caba.
Según la especialista, su importancia radica en que determinados alimentos afectan a ciertos grupos sanguíneos provocando a nivel gástrico una acidez en su Ph intestinal en el que van a proliferar bacterias, hongos y parásitos patógenos que no sucede en un medio alcalino, donde solo sobreviven las bacterias más beneficiosas para la microbiótica que es útil para la digestión y la asimilación de nutrientes.
“Cuando se consume alimentos que no son para un grupo sanguíneo determinado se arrasa con la microbiótica intestinal lo que hace que no se asimilen los nutrientes. Por otro lado hay productos con lectinas que aglutinan glóbulos rojos que hacen que se formen coágulos provocando mala circulación y, desde luego, no responden a tratamientos como: diabetes, hígado graso, colesterol, obesidad, etc.”, dice Reyes.
Hay personas que afirman que no adelgazan a pesar de no comer casi nada, pero comen ciertos alimentos que no son para su grupo sanguíneo y lo que hacen es acidificar su ph y aglutinar glóbulos rojos, en particular los de tipo A, que son muy propensos a padecer poliglobulia.
Cuando consumimos algo que no es para nuestro tipo de sangre, ataca al sistema inmunológico con la consiguiente propensión a contagiarse de ciertas enfermedades como resfrío, micosis y alergias que van desnutriendo la célula.
GRUPOS SANGUÍNEOS
El naturópata Peter D’Adamo fue el primero en investigar sobre este tema y afirma que el grupo sanguíneo es la llave que abre la puerta a los misterios de la salud, la enfermedad, la longevidad, la vitalidad física y la fuerza emocional. Así, el tipo de sangre determina su susceptibilidad a la enfermedad, los alimentos que se debería comer y cómo debería practicar ejercicio.
Tipo “O”.- Este grupo sanguíneo es universal y lo tiene la mayor parte de la población boliviana. Se debe comer alimentos de origen animal como carnes en todas sus variedades. Evitar el trigo, porque no digieren bien el gluten y contribuye a aumentar de peso. No se aconseja el consumo de panes, galletas y masas elaboradas con harinas blancas. No debe ser vegetariano, pero sí debe incluir en su dieta frutas, verduras, cereales y lácteos en menor cantidad, porque en su mayoría no son muy tolerantes a la lactosa.
Tipo “AB”.- Su aparato digestivo tiende a ser más frágil. Se trata de una combinación de los grupos A y B, se recomienda consumir carnes de res y pollo en menor cantidad. Los frutos secos como los ciruelos, uvas secas y maní no son bien tolerados por este grupo sanguíneo y puede provocarles alergias.
Tipo “A”.- Este grupo sanguíneo tiene origen asiático y su alimentación debe estar basada en cereales integrales y vegetales, puede ser vegetariano y consumir ocasionalmente carne de pollo o pescado, pero no carne de res, porque aglutina glóbulos rojos lo que puede provocar problemas de poliglobulia, hipertensión, diabetes y obesidad.
Por ejemplo: todo lo que es arroz integral, leguminosas, lentejas, porotos, maní, vegetales. Las carnes que mejor tolera son las blancas, pero esta debe ser consumida dos veces o menos a la semana. Pero debe tener un poco de cuidado con el tomate y el pimento morrón rojo, por lo demás no hay problema.
Tipo “B”.- Este grupo sanguíneo debe tener una alimentación basada en frutas en toda su variedad, lácteos y sus derivados (queso, yogurt, mantequilla, etc.). Evitar el trigo, porque no digiere el gluten y esto puede provocar que se acidifique el ph intestinal. Consumir carne de pescado y, en menor cantidad, carne de res; muy rara vez carne de pollo. Se aconseja el consumo de lácteos y vegetales. Los frutos secos como la nuez o almendra son muy beneficiosos si tu propósito es adelgazar.
“La dieta según el grupo sanguíneo al que pertenezcas se basa en la relación que existe entre el sistema digestivo y el inmunológico, y en su capacidad celular y bioquímica de procesar los distintos alimentos como: carne verduras, frutas, granos, legumbres y cereales”, asegura la nutricionista Aline Reyes Caba.
Según la especialista, su importancia radica en que determinados alimentos afectan a ciertos grupos sanguíneos provocando a nivel gástrico una acidez en su Ph intestinal en el que van a proliferar bacterias, hongos y parásitos patógenos que no sucede en un medio alcalino, donde solo sobreviven las bacterias más beneficiosas para la microbiótica que es útil para la digestión y la asimilación de nutrientes.
“Cuando se consume alimentos que no son para un grupo sanguíneo determinado se arrasa con la microbiótica intestinal lo que hace que no se asimilen los nutrientes. Por otro lado hay productos con lectinas que aglutinan glóbulos rojos que hacen que se formen coágulos provocando mala circulación y, desde luego, no responden a tratamientos como: diabetes, hígado graso, colesterol, obesidad, etc.”, dice Reyes.
Hay personas que afirman que no adelgazan a pesar de no comer casi nada, pero comen ciertos alimentos que no son para su grupo sanguíneo y lo que hacen es acidificar su ph y aglutinar glóbulos rojos, en particular los de tipo A, que son muy propensos a padecer poliglobulia.
Cuando consumimos algo que no es para nuestro tipo de sangre, ataca al sistema inmunológico con la consiguiente propensión a contagiarse de ciertas enfermedades como resfrío, micosis y alergias que van desnutriendo la célula.
GRUPOS SANGUÍNEOS
El naturópata Peter D’Adamo fue el primero en investigar sobre este tema y afirma que el grupo sanguíneo es la llave que abre la puerta a los misterios de la salud, la enfermedad, la longevidad, la vitalidad física y la fuerza emocional. Así, el tipo de sangre determina su susceptibilidad a la enfermedad, los alimentos que se debería comer y cómo debería practicar ejercicio.
Tipo “O”.- Este grupo sanguíneo es universal y lo tiene la mayor parte de la población boliviana. Se debe comer alimentos de origen animal como carnes en todas sus variedades. Evitar el trigo, porque no digieren bien el gluten y contribuye a aumentar de peso. No se aconseja el consumo de panes, galletas y masas elaboradas con harinas blancas. No debe ser vegetariano, pero sí debe incluir en su dieta frutas, verduras, cereales y lácteos en menor cantidad, porque en su mayoría no son muy tolerantes a la lactosa.
Tipo “AB”.- Su aparato digestivo tiende a ser más frágil. Se trata de una combinación de los grupos A y B, se recomienda consumir carnes de res y pollo en menor cantidad. Los frutos secos como los ciruelos, uvas secas y maní no son bien tolerados por este grupo sanguíneo y puede provocarles alergias.
Tipo “A”.- Este grupo sanguíneo tiene origen asiático y su alimentación debe estar basada en cereales integrales y vegetales, puede ser vegetariano y consumir ocasionalmente carne de pollo o pescado, pero no carne de res, porque aglutina glóbulos rojos lo que puede provocar problemas de poliglobulia, hipertensión, diabetes y obesidad.
Por ejemplo: todo lo que es arroz integral, leguminosas, lentejas, porotos, maní, vegetales. Las carnes que mejor tolera son las blancas, pero esta debe ser consumida dos veces o menos a la semana. Pero debe tener un poco de cuidado con el tomate y el pimento morrón rojo, por lo demás no hay problema.
Tipo “B”.- Este grupo sanguíneo debe tener una alimentación basada en frutas en toda su variedad, lácteos y sus derivados (queso, yogurt, mantequilla, etc.). Evitar el trigo, porque no digiere el gluten y esto puede provocar que se acidifique el ph intestinal. Consumir carne de pescado y, en menor cantidad, carne de res; muy rara vez carne de pollo. Se aconseja el consumo de lácteos y vegetales. Los frutos secos como la nuez o almendra son muy beneficiosos si tu propósito es adelgazar.
martes, 7 de noviembre de 2017
La hidratación y el deporte
Aunque el agua se excluye a menudo de las listas de nutrientes, es un componente esencial para el mantenimiento de la vida debiendo ser aportado por la dieta en cantidades muy superiores a las que se producen endógenamente como consecuencia del metabolismo. El agua debe pues considerarse como un verdadero nutriente.
No hay otra sustancia tan ampliamente involucrada en tan diversas funciones como el agua. Todas las reacciones químicas del organismo tienen lugar en un medio acuoso; sirve como transportador de nutrientes y vehículo para excretar productos de desecho; lubrica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones.
Con el objetivo de prevenir o aminorar las consecuencias de la deshidratación, el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) del inglés (American College of Sports Medicine), estableció una serie de recomendaciones claras y prácticas para reemplazar los líquidos durante el ejercicio en función de las diferentes características del mismo (duración e intensidad).
Tener una dieta nutricional equilibrada y beber líquidos 24 hrs. antes de un evento.
Beber un aproximado de 500 ml (medio litro) de líquidos 2 hrs. antes del ejercicio
Durante el ejercicio beber tempranamente y beber a intervalos regulares con el fin de reponer el agua perdida por la sudoración.
Se sugiere que la temperatura de los líquidos sea menor que la temperatura ambiente 15° y 22°C y en lugares fríos, la temperatura de los líquidos oscile en estos parámetros.
Beber líquidos con azucares o carbohidratos y/o electrolitos si la actividad física dura más de 1 hora, no existe evidencia que estos líquidos (bebidas rehidratantes) mejoren el rendimiento en actividades menores a 1 hora, por lo que se sugiere beber agua.
Recuerda: "Comer te hace bien y estar en actividad más aún". Escríbenos, queremos escuchar tus comentarios
(*) Médico Especialista en Nutrición
Especialización en Clínica Estética y Reparadora
Centro de Nutrición y Medicina Estética "Vivir"
gersonavila007@gmail.com - Teléfono 52-83135
Dirección: Rodríguez Nº 212 Pagador y Velasco Galvarro
No hay otra sustancia tan ampliamente involucrada en tan diversas funciones como el agua. Todas las reacciones químicas del organismo tienen lugar en un medio acuoso; sirve como transportador de nutrientes y vehículo para excretar productos de desecho; lubrica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones.
Con el objetivo de prevenir o aminorar las consecuencias de la deshidratación, el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) del inglés (American College of Sports Medicine), estableció una serie de recomendaciones claras y prácticas para reemplazar los líquidos durante el ejercicio en función de las diferentes características del mismo (duración e intensidad).
Tener una dieta nutricional equilibrada y beber líquidos 24 hrs. antes de un evento.
Beber un aproximado de 500 ml (medio litro) de líquidos 2 hrs. antes del ejercicio
Durante el ejercicio beber tempranamente y beber a intervalos regulares con el fin de reponer el agua perdida por la sudoración.
Se sugiere que la temperatura de los líquidos sea menor que la temperatura ambiente 15° y 22°C y en lugares fríos, la temperatura de los líquidos oscile en estos parámetros.
Beber líquidos con azucares o carbohidratos y/o electrolitos si la actividad física dura más de 1 hora, no existe evidencia que estos líquidos (bebidas rehidratantes) mejoren el rendimiento en actividades menores a 1 hora, por lo que se sugiere beber agua.
Recuerda: "Comer te hace bien y estar en actividad más aún". Escríbenos, queremos escuchar tus comentarios
(*) Médico Especialista en Nutrición
Especialización en Clínica Estética y Reparadora
Centro de Nutrición y Medicina Estética "Vivir"
gersonavila007@gmail.com - Teléfono 52-83135
Dirección: Rodríguez Nº 212 Pagador y Velasco Galvarro
6 tips para recuperar la dieta después de los excesos
Cuando se atraviesan puentes, fines de semana largos, vacaciones, o un evento especial, es común que terminemos comiendo más de lo que quisiéramos.
Esto no significa que hayamos mandado la dieta a la basura, significa que tenemos que ponernos más las pilas y recuperar lo perdido (o ganado). Para lograrlo existen algunos trucos de los expertos que nos ayudan a regresar al buen camino.
1. Mucha agua: El primer paso para recuperarnos de un mal fin de semana alimenticio es tomar mucha agua. Ahora sí, los 2 litros ¡a fuerza! Esto ayuda a disolver un poco la grasita que podamos haber comido y acelera el metabolismo.
2. Día de verduras: Una buena forma de ayudar a tu cuerpo a deshacerse de la grasa extra que no debía de recibir es reduciendo el consumo al día siguiente. Date un día de frutas y verduras como si fueras vegetariana. Esto te ayudará a equilibrar las calorías de más que consumiste.
3. Retoma tu dieta: Si estabas siguiendo algún plan alimenticio regresa rápidamente a él. No importa que te hayas pasado de calorías el fin de semana, no tires el esfuerzo a la basura por un día de excesos. Regresa a comer lo que estabas comiendo habitualmente.
4. Camina 30 minutos: Caminar es uno de los mejores ejercicios. Además de tu rutina regular, agrega de 20 a 30 minutos al día los siguientes 3 días después del maratón alimenticio. Esto te ayudará a sentirte más ligera y a quemar esas calorías de más.
5. Té después de la comida: Uno de los secretos de la cultura oriental para mantener el físico tan delgado que tienen es que terminan sus comidas con un té caliente. El agua hirviendo ayuda a disolver la grasa que consumimos, haciendo más fácil su expulsión.
6. No te culpes demasiado: La parte emocional es muy importante en una dieta. Ya te comiste muchas calorías, ¡ya pasó! No te culpes demasiado, no te sientas la mujer más gorda del planeta, y sobre todo, no pienses que tu esfuerzo se fue a la basura y comas pizza de nuevo.
Esto no significa que hayamos mandado la dieta a la basura, significa que tenemos que ponernos más las pilas y recuperar lo perdido (o ganado). Para lograrlo existen algunos trucos de los expertos que nos ayudan a regresar al buen camino.
1. Mucha agua: El primer paso para recuperarnos de un mal fin de semana alimenticio es tomar mucha agua. Ahora sí, los 2 litros ¡a fuerza! Esto ayuda a disolver un poco la grasita que podamos haber comido y acelera el metabolismo.
2. Día de verduras: Una buena forma de ayudar a tu cuerpo a deshacerse de la grasa extra que no debía de recibir es reduciendo el consumo al día siguiente. Date un día de frutas y verduras como si fueras vegetariana. Esto te ayudará a equilibrar las calorías de más que consumiste.
3. Retoma tu dieta: Si estabas siguiendo algún plan alimenticio regresa rápidamente a él. No importa que te hayas pasado de calorías el fin de semana, no tires el esfuerzo a la basura por un día de excesos. Regresa a comer lo que estabas comiendo habitualmente.
4. Camina 30 minutos: Caminar es uno de los mejores ejercicios. Además de tu rutina regular, agrega de 20 a 30 minutos al día los siguientes 3 días después del maratón alimenticio. Esto te ayudará a sentirte más ligera y a quemar esas calorías de más.
5. Té después de la comida: Uno de los secretos de la cultura oriental para mantener el físico tan delgado que tienen es que terminan sus comidas con un té caliente. El agua hirviendo ayuda a disolver la grasa que consumimos, haciendo más fácil su expulsión.
6. No te culpes demasiado: La parte emocional es muy importante en una dieta. Ya te comiste muchas calorías, ¡ya pasó! No te culpes demasiado, no te sientas la mujer más gorda del planeta, y sobre todo, no pienses que tu esfuerzo se fue a la basura y comas pizza de nuevo.
viernes, 3 de noviembre de 2017
Nutrientes para tu rutina del gimnasio
Todo estado físico saludable es el resultado de una rutina diaria de ejercicios y de una nutrición adecuada. Pero lo cierto es que muchas personas no consumen alimento alguno antes, durante o después de esta práctica, muchas veces por desconocimiento y otras por la premura del tiempo.
Lo correcto es acompañar toda práctica de ejercicios con una nutrición deportiva acorde con el desgaste de energía que se tenga, para un rendimiento efectivo y, además, para evitar fatiga muscular o algún tipo de lesión, según el especialista en nutrición deportiva, Chema Arguedas.
El experto a nivel mundial es considerado como un referente en nutrición deportiva y autor de varios best sellers como: “Planifica tus pedaladas- guía de entrenamiento”, “Guía de nutrición”, entre otros. Arguedas es conocido, además, como un fanático de la preparación física.
“La nutrición deportiva se diferencia de la normal, porque esta exige un mayor desgaste físico que la segunda y, por tanto, necesita de un gran aporte de energía en cantidad de carbohidratos, grasas y proteínas. Se debe escoger la calidad de carbohidratos, porque algunos se transforman muy rápido en azúcar”, dice Chema.
HIDRATACIÓN
El consumo de agua es fundamental, porque tres cuartas partes del organismo contienen agua y, más aún, en la altura se necesita de mayor hidratación. El agua es fundamental, porque sirve para el almacenamiento de hidratos de carbono, por ejemplo: al comer una pasta ésta se transforma en glucosa y luego en glucógeno que se almacena en los músculos, es como una especie de gasolina que nos ayuda a rendir.
“El glucógeno (está en músculos e hígado) necesita agua. Por cada gramo de esta sustancia que se almacene se necesita de 3 a 4 gramos de agua. Por otra parte, las frutas contienen agua, vitaminas y minerales que previene la contractura muscular y contribuyen a tener un mejor rendimiento”, afirma Arguedas.
Las personas que hacen ejercicio por más de una hora pueden optar, aparte del agua, por una bebida deportiva que les aporte carbohidratos. Se debe consumir agua antes, durante y después, por ejemplo: Después de 30 minutos de comenzar los ejercicios se aconseja hidratarse y luego cada 15 a 20 minutos.
GIMNASIO
Si se asiste con frecuencia al gimnasio se debe espaciar el tiempo de la comida antes de hacer ejercicios por lo menos con 2 horas de anticipación, para hacer una adecuada digestión y dependiendo de la actividad que se realice. En caso de practicar levantamiento de pesas o spinning, con un considerable desgaste, se puede tomar un zumo de frutas para reponer el azúcar y agua perdidos. Además de suplementos en proteínas.
“La dieta para una persona que practica cualquier deporte o asiste al gimnasio comprende 5 comidas diarias: desayuno, merienda de media mañana, almuerzo, merienda de la tarde y cena, dependiendo del tipo de entrenamiento que realice, en particular, si sobrepasan las 3 horas consecutivas”, recuerda Chema.
CARBOHIDRATOS
La persona que práctica ejercicios con regularidad requiere de carbohidratos, porque es el combustible que el músculo utiliza durante la actividad física, por ello es importante consumir una dieta rica en ellos, pues supone entre el 60 a 65% de la energía del día. Con estas cantidades se mantienen las reservas (en forma de glucógeno) necesarias para la contracción muscular.
“Existen dos tipos de carbohidratos, los simples y complejos. Los primeros, de absorción rápida, están en frutas, mermeladas, dulces y leche (lactosa). Los segundos, de absorción más lenta, están en cereales y derivados (harina, pasta, arroz, pan, maíz, avena, etc.), y en las legumbres como las lentejas y garbanzos, entre otros”, afirma Arguedas.
Por otro lado, están las grasas que son fuente de energía, pero que se deben consumir en una proporción entre el 20 al 30% de las calorías totales, ya que un aporte deficitario de grasa puede desencadenar efectos adversos al organismo. Las grasas se encuentran en aceites vegetales como el pescado azul y frutos secos. “Las proteínas son sustancias que forman la base de nuestra estructura orgánica. Están constituidas por aminoácidos esenciales y no esenciales. Una proteína de calidad contiene una cantidad adecuada de aminoácidos esenciales y estas proceden de alimentos de origen animal (pescados, carnes, leche y huevos)”, asegura Chema. Además de lo arriba señalado están los micronutrientes, vitaminas y minerales que, desde luego, contribuyen a que el organismo recupere el desgaste físico realizado en la práctica de cualquier rutina de ejercicios o práctica deportiva.
Lo correcto es acompañar toda práctica de ejercicios con una nutrición deportiva acorde con el desgaste de energía que se tenga, para un rendimiento efectivo y, además, para evitar fatiga muscular o algún tipo de lesión, según el especialista en nutrición deportiva, Chema Arguedas.
El experto a nivel mundial es considerado como un referente en nutrición deportiva y autor de varios best sellers como: “Planifica tus pedaladas- guía de entrenamiento”, “Guía de nutrición”, entre otros. Arguedas es conocido, además, como un fanático de la preparación física.
“La nutrición deportiva se diferencia de la normal, porque esta exige un mayor desgaste físico que la segunda y, por tanto, necesita de un gran aporte de energía en cantidad de carbohidratos, grasas y proteínas. Se debe escoger la calidad de carbohidratos, porque algunos se transforman muy rápido en azúcar”, dice Chema.
HIDRATACIÓN
El consumo de agua es fundamental, porque tres cuartas partes del organismo contienen agua y, más aún, en la altura se necesita de mayor hidratación. El agua es fundamental, porque sirve para el almacenamiento de hidratos de carbono, por ejemplo: al comer una pasta ésta se transforma en glucosa y luego en glucógeno que se almacena en los músculos, es como una especie de gasolina que nos ayuda a rendir.
“El glucógeno (está en músculos e hígado) necesita agua. Por cada gramo de esta sustancia que se almacene se necesita de 3 a 4 gramos de agua. Por otra parte, las frutas contienen agua, vitaminas y minerales que previene la contractura muscular y contribuyen a tener un mejor rendimiento”, afirma Arguedas.
Las personas que hacen ejercicio por más de una hora pueden optar, aparte del agua, por una bebida deportiva que les aporte carbohidratos. Se debe consumir agua antes, durante y después, por ejemplo: Después de 30 minutos de comenzar los ejercicios se aconseja hidratarse y luego cada 15 a 20 minutos.
GIMNASIO
Si se asiste con frecuencia al gimnasio se debe espaciar el tiempo de la comida antes de hacer ejercicios por lo menos con 2 horas de anticipación, para hacer una adecuada digestión y dependiendo de la actividad que se realice. En caso de practicar levantamiento de pesas o spinning, con un considerable desgaste, se puede tomar un zumo de frutas para reponer el azúcar y agua perdidos. Además de suplementos en proteínas.
“La dieta para una persona que practica cualquier deporte o asiste al gimnasio comprende 5 comidas diarias: desayuno, merienda de media mañana, almuerzo, merienda de la tarde y cena, dependiendo del tipo de entrenamiento que realice, en particular, si sobrepasan las 3 horas consecutivas”, recuerda Chema.
CARBOHIDRATOS
La persona que práctica ejercicios con regularidad requiere de carbohidratos, porque es el combustible que el músculo utiliza durante la actividad física, por ello es importante consumir una dieta rica en ellos, pues supone entre el 60 a 65% de la energía del día. Con estas cantidades se mantienen las reservas (en forma de glucógeno) necesarias para la contracción muscular.
“Existen dos tipos de carbohidratos, los simples y complejos. Los primeros, de absorción rápida, están en frutas, mermeladas, dulces y leche (lactosa). Los segundos, de absorción más lenta, están en cereales y derivados (harina, pasta, arroz, pan, maíz, avena, etc.), y en las legumbres como las lentejas y garbanzos, entre otros”, afirma Arguedas.
Por otro lado, están las grasas que son fuente de energía, pero que se deben consumir en una proporción entre el 20 al 30% de las calorías totales, ya que un aporte deficitario de grasa puede desencadenar efectos adversos al organismo. Las grasas se encuentran en aceites vegetales como el pescado azul y frutos secos. “Las proteínas son sustancias que forman la base de nuestra estructura orgánica. Están constituidas por aminoácidos esenciales y no esenciales. Una proteína de calidad contiene una cantidad adecuada de aminoácidos esenciales y estas proceden de alimentos de origen animal (pescados, carnes, leche y huevos)”, asegura Chema. Además de lo arriba señalado están los micronutrientes, vitaminas y minerales que, desde luego, contribuyen a que el organismo recupere el desgaste físico realizado en la práctica de cualquier rutina de ejercicios o práctica deportiva.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Alimentos para desintoxicarte
A diario estamos expuestos a toxinas provenientes, sobre todo, de la alimentación, los malos hábitos y la contaminación ambiental, que pueden dañar y afectar órganos importantes, tales como los pulmones, riñones, hígado o corazón. Por ello es indispensable aprender a desintoxicar el cuerpo.
Los nutricionistas afirman que una persona puede detectar las toxinas en su cuerpo a partir de ciertos signos: pesadez, fatiga, flatulencias, acidez, digestión lenta, ansiedad por comer, dolor de cabeza, alergia, problemas para dormir, halitosis, constipación y resequedad en la piel por mencionar algunos.
“La desintoxicación consiste en hacer una limpieza en los intestinos que se encargan de absorber los nutrientes, que recibimos a través de los alimentos. Estos son absorbidos por la flora intestinal que tiene bacterias beneficiosas para sintetizar las vitaminas D y K, ácido fólico, entre otros, lo que mejora la asimilación de nutrientes”, explica la nutricionista ortomolecular Aline Reyes.
Los intestinos tienen una microvellosidad que los rodea y ésta se encarga de absorber como esponja todos los nutrientes, pero cuando el organismo está intoxicado produce una baja en la denominada microbiótica intestinal que lo debilita potenciando la presencia de patógenos como: hongos, bacterias y parásitos que producen un desequilibrio gástrico en el cuerpo traducido en malestares.
“Otro factor importante es la limpieza del hígado, porque se encarga de eliminar las toxinas que provienen del uso de laxantes, corticoides y una serie de medicamentos que se utilizan en diferentes tratamientos. Para desintoxicarlo se deberá suspender todo fármaco por lo menos dos semanas”, enfatiza la nutricionista.
En el proceso de desintoxicación la alimentación juega un papel importante porque es la vía más eficaz para depurar el organismo, debido a que las propiedades naturales que poseen las frutas y verduras nos ayudan a eliminar estas toxinas. A continuación algunos productos que deberían ser incluidos en la dieta diaria.
Manzana.- Esta fruta posee una fibra que sirve para mejorar la salud de la flora intestinal. Contiene potasio y vitamina E y C. Basta con beber un vaso de zumo de manzana natural por día para eliminar toxinas, reducir el colesterol, controlar la diabetes y la hipertensión. Puede ser consumida cruda las veces que se desee.
Limón.- Este producto elimina el ácido úrico, reduce las grasas y hace que la sangre esté más alcalina. El zumo de limón sirve para desinfectar heridas, purificar la sangre, depurar el hígado y los riñones, fortificar los bronquios y tonificar los nervios. Con una sola cuchara de zumo en un vaso de agua caliente es suficiente para limpiar el organismo de intoxicaciones gastrointestinales y afecciones de la garganta.
Piña.- Se considera la reina de las frutas porque es ideal para dietas reductoras y depuradoras. Contiene mucha fibra y vitamina C que se encarga de estimular la digestión, la actividad intestinal y eliminar parásitos. Se recomienda su consumo en rodajas o jugos con los que se sentirá cómo el organismo rejuvenece. En ayunas es excelente para comenzar la jornada.
Pera.- Es una fruta rica en pectina que ayuda a remover los residuos radioactivos del cuerpo, porque atrae las toxinas, facilitando así su eliminación mediante la orina o las heces.
El ajo.- Tiene muchas propiedades que favorecen la salud hepática, pero principalmente es utilizado como diurético, expectorante y estimulante porque actúa contra los radicales libres. Además de tener propiedades antiinflamatorias, digestivas y vasodilatadoras. Contiene vitaminas B6 y C.
Perejil.- Estas hojas aromáticas son ricas en vitamina C, calcio, hierro y es un excelente antioxidante. Ayuda a mejorar la función renal, porque filtra mejor las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre.
Nabo.- Sirve para eliminar el ácido úrico de la sangre a través de la orina. Gracias a su escaso contenido de grasa y su aporte de fibra es ideal para tratamientos para obesidad. Facilita la digestión de alimentos fritos o grasos ya que favorece su metabolismo por parte del hígado. Contribuye a mejorar el tránsito intestinal.
Espárragos.- Son vegetales bajos en grasa, colesterol y sodio. Contienen vitamina A, C. E y K. El espárrago es una fuente riquísima en potasio y es conocido por reducir la grasa del estómago. Contiene fibra que ayuda a limpiar el sistema digestivo.
Cebolla.- Posee grandes cantidades de vitaminas A y C que sirve para aumentar las defensas, además que contiene fosforo, hierro y otros minerales como el zinc. Sirve para purificar la sangre y elimina casi todos los gérmenes patógenos y bacterianos.
Los nutricionistas afirman que una persona puede detectar las toxinas en su cuerpo a partir de ciertos signos: pesadez, fatiga, flatulencias, acidez, digestión lenta, ansiedad por comer, dolor de cabeza, alergia, problemas para dormir, halitosis, constipación y resequedad en la piel por mencionar algunos.
“La desintoxicación consiste en hacer una limpieza en los intestinos que se encargan de absorber los nutrientes, que recibimos a través de los alimentos. Estos son absorbidos por la flora intestinal que tiene bacterias beneficiosas para sintetizar las vitaminas D y K, ácido fólico, entre otros, lo que mejora la asimilación de nutrientes”, explica la nutricionista ortomolecular Aline Reyes.
Los intestinos tienen una microvellosidad que los rodea y ésta se encarga de absorber como esponja todos los nutrientes, pero cuando el organismo está intoxicado produce una baja en la denominada microbiótica intestinal que lo debilita potenciando la presencia de patógenos como: hongos, bacterias y parásitos que producen un desequilibrio gástrico en el cuerpo traducido en malestares.
“Otro factor importante es la limpieza del hígado, porque se encarga de eliminar las toxinas que provienen del uso de laxantes, corticoides y una serie de medicamentos que se utilizan en diferentes tratamientos. Para desintoxicarlo se deberá suspender todo fármaco por lo menos dos semanas”, enfatiza la nutricionista.
En el proceso de desintoxicación la alimentación juega un papel importante porque es la vía más eficaz para depurar el organismo, debido a que las propiedades naturales que poseen las frutas y verduras nos ayudan a eliminar estas toxinas. A continuación algunos productos que deberían ser incluidos en la dieta diaria.
Manzana.- Esta fruta posee una fibra que sirve para mejorar la salud de la flora intestinal. Contiene potasio y vitamina E y C. Basta con beber un vaso de zumo de manzana natural por día para eliminar toxinas, reducir el colesterol, controlar la diabetes y la hipertensión. Puede ser consumida cruda las veces que se desee.
Limón.- Este producto elimina el ácido úrico, reduce las grasas y hace que la sangre esté más alcalina. El zumo de limón sirve para desinfectar heridas, purificar la sangre, depurar el hígado y los riñones, fortificar los bronquios y tonificar los nervios. Con una sola cuchara de zumo en un vaso de agua caliente es suficiente para limpiar el organismo de intoxicaciones gastrointestinales y afecciones de la garganta.
Piña.- Se considera la reina de las frutas porque es ideal para dietas reductoras y depuradoras. Contiene mucha fibra y vitamina C que se encarga de estimular la digestión, la actividad intestinal y eliminar parásitos. Se recomienda su consumo en rodajas o jugos con los que se sentirá cómo el organismo rejuvenece. En ayunas es excelente para comenzar la jornada.
Pera.- Es una fruta rica en pectina que ayuda a remover los residuos radioactivos del cuerpo, porque atrae las toxinas, facilitando así su eliminación mediante la orina o las heces.
El ajo.- Tiene muchas propiedades que favorecen la salud hepática, pero principalmente es utilizado como diurético, expectorante y estimulante porque actúa contra los radicales libres. Además de tener propiedades antiinflamatorias, digestivas y vasodilatadoras. Contiene vitaminas B6 y C.
Perejil.- Estas hojas aromáticas son ricas en vitamina C, calcio, hierro y es un excelente antioxidante. Ayuda a mejorar la función renal, porque filtra mejor las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre.
Nabo.- Sirve para eliminar el ácido úrico de la sangre a través de la orina. Gracias a su escaso contenido de grasa y su aporte de fibra es ideal para tratamientos para obesidad. Facilita la digestión de alimentos fritos o grasos ya que favorece su metabolismo por parte del hígado. Contribuye a mejorar el tránsito intestinal.
Espárragos.- Son vegetales bajos en grasa, colesterol y sodio. Contienen vitamina A, C. E y K. El espárrago es una fuente riquísima en potasio y es conocido por reducir la grasa del estómago. Contiene fibra que ayuda a limpiar el sistema digestivo.
Cebolla.- Posee grandes cantidades de vitaminas A y C que sirve para aumentar las defensas, además que contiene fosforo, hierro y otros minerales como el zinc. Sirve para purificar la sangre y elimina casi todos los gérmenes patógenos y bacterianos.
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