miércoles, 15 de junio de 2016
Alimentos que ayudan a combatir la macurca
Ese dolor intenso que se siente al reír, al toser o al levantarse de la silla sobre todo unas horas después de abandonar la sala de ejercicios, puede convertirse para muchos en un verdadero tormento si no se toman las acciones indicadas.La buena noticia es, que la alimentación puede ser tu mejor alíada para declararle la guerra a las ya conocidas agujetas o macurcas.
En un artículo que publica el diario Clarín, el nutricionista deportivo y miembro del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas de España, Celdrán de Haro, aclara el motivo: “El dolor muscular post esfuerzo de aparición tardía (DOMS) suele aparecer a las 24 o 48 horas después de un ejercicio no habitual”.
Es un proceso de adaptación muscular en el que se producen micro-roturas en el tejido. “Esto conduce a un proceso inflamatorio y activa los receptores del dolor”, continúa Celdrán.
Pero este dolor es posible mitigarlo a través de las comidas, avala en el mismo artículo Juana González Prada, experta en dietética y nutrición de la clínica Alimmenta, en España.
ENTONCES, ¿QUÉ DEBEMOS COMER?
- Antiinflamatorios naturales
La dieta más efectiva para calmar estos dolores debe tener propiedades antiinflamatorias. Según un estudio que se realizó con atletas iraníes, la canela y el jengibre ayudan en la tarea.
-Alimentos ricos en omega 3
“Como los pescados azules o su variante vegetal (nueces o lino) , mitigan la inflamación“, afirma González Prada, que también apunta a los que contienen flavonoides: manzanas, cebollas o damascos, por ejemplo.
-Alto contenido en fitoquímicos
Por su parte, Celdrán de Haro también afirma que “existe una evidencia de que los procesos inflamatorios se pueden modular con una dieta de alto contenido en fitoquímicos”.Las moras, manzanas, cebollas, brócoli, apio y tomillo los contienen.
Vitaminas reparadoras
Proteger el tejido contra el daño oxidativo disminuye el dolor. "Las vitaminas C y E son importantes agentes protectores contra este fenómeno", indica de Haro. Pero estos elementos tienen una doble faz: “el abuso de las citadas vitaminas puede hacerlas funcionar como oxidantes y agravar el daño”, advierte el nutricionista.
Carbohidratos y proteínas
Para que el músculo se repare con éxito, “debemos tomar un aporte apropiado de hidratos de carbono y proteínas. Ambos favorecen el anabolismo, es decir, la síntesis proteica y la reparación de tejidos”, asegura la dietista, aunque alerta que no hay que tomar más de dos gramos por kilo. Están presentes en alimentos como el pan, la pasta o las papas.
La fundamental hidratación
La pérdida de agua en forma de sudor favorece la aparición del incómodo fenómeno. “Las pérdidas hídricas, acompañadas de las de minerales como el potasio, provocan debilidad muscular”, señala de Haro.
Coincide González Prada: “Si no nos hidratamos bien se puede generar más daño muscular y mayor respuesta inflamatoria”.
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