El jamón serrano es conocido como la joya y orgullo de la gastronomía por su sabor único y propiedades para la salud. La mayoría de las grasas que contiene son insaturadas, las cuales brindan energía y refuerzan las estructuras celulares. Asimismo, el jamón serrano tiene un porcentaje elevado de ácido oleico, el cual aumenta el colesterol saludable y reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Cabe destacar que el jamón serrano es rico en vitaminas del grupo B y E, por lo que fortalece el sistema inmunitario. Además, su riqueza en minerales (zinc, calcio, fósforo, hierro y cobre) favorece el desarrollo intelectual y mejora la calidad del sueño. También precave la pérdida de masa ósea en la menopausia y vejez, lo que aminora la probabilidad de sufrir osteoporosis.
Se debe tomar en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó disminuir la ingesta de carnes procesadas. Sin embargo, el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Granada revela que el jamón serrano es saludable porque contiene más músculo y menos grasa que otras charcuterías. Por esta razón, puede ser consumido 2 a 3 veces por semana en cantidades moderadas.
¿Qué?
Aporte calórico
Relativamente leve
Es comúnmente pensado que el jamón serrano es calórico. Sin embargo, encierra menos calorías que otras charcuterías (300 por 100 gramos consumidos). Esto significa que si es ingerido con moderación, no favorece la toma de peso. Es más, los expertos recomiendan que se lo incluya a los diferentes tipos de dieta (inclusive hipocalóricas), debido a que regula el nivel de colesterol.
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