Apenas tienes media hora para almorzar en el trabajo, así que te atiborras de un sándwich acompañado de unas papas fritas y de postre, unos caramelos; todo para saciar el hambre. Pero, estás consciente de que nada de esto es bueno para tu salud. ¿Qué hacer?
Para empezar ten en claro qué es beneficioso para tu cuerpo y en qué consiste comer sano. Comienza por las calorías, esa unidad básica de energía que existe en todos los alimentos.
El nutricionista Germán Iturri explica que para estar saludables, los hombres deben consumir 2.000 calorías diarias mientras que las mujeres 1.500. “Cada alimento tiene un contenido calórico por lo que se debe calcular, con ayuda de tablas que hay en internet o aplicaciones para celular, cuánto suma tu menú de cada día”.
“Casi todos quienes trabajan están acostumbrados a comer bocadillos como papas fritas, sándwich, galletas y demás, pero así no van a estar saludables. Tener cinco comidas balanceadas al día es importante. Desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena ayudarán a mantener una buena salud y un peso estable”, dice Verónica Paravicini, directora del servicio de catering Alimenta.
Ella apunta algunos alimentos importantes en este tipo de dietas. “Incluye atún, claras de huevo y carne de cerdo magra, ya que estos alimentos contienen proteínas y son bajos en grasas. No engordan. Los puedes acompañar de ensalada y un camote o una papa pureja. Pero ojo, no es bueno más de un carbohidrato en un plato (arroz, papa, pan, fideos) ya que se convierten en azúcar y luego en grasa que acumulas”, dice Verónica.
Así que adiós a la flojera y prepara tus propios alimentos en los que no pueden faltar ensaladas. Con ello aseguras ingerir verdura cruda y bien lavada y aprovechas sus vitaminas y minerales. Lleva un trozo de pollo, pavo, ternera, legumbres y/o frutos secos, que contienen proteínas.
De postre o entre comidas, los yogures y la fruta son una estupenda opción, porque son fáciles de transportar y se conservan bien, aconsejan especialistas en el portal www.adelgazarysalud.com.
Incluye en tu rutina alimentos de una dieta hipocalórica (baja en calorías), que además son fáciles de preparar y en el mercado encuentras una gran variedad. Así tu menú no será aburrido. También incluye aceite de oliva y yogur como aderezos y evita la mayonesa y otras salsas.
Es importante mantener los horarios establecidos al comer. “Trata de que siempre sea a la misma hora. Esto por el síndrome metabólico (alteraciones en el metabolismo glucolipídico) y la digestión en sí. Por lo menos las tres veces al día en los que el menú es más abundante (desayuno, almuerzo y cena). Ahora, si haces ejercicios, trata de alimentarte cinco veces al día y en el mismo horario cada vez”, recomienda Germán.
Si quieres verte y sentirte bien, no solo le des atención a tu alimentación, sino realiza alguna actividad física, por lo menos tres veces por semana.
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