miércoles, 5 de abril de 2017

Desayuno saludable



Si estás buscando un desayuno saludable, que te dé energía y que te mantenga saciado durante toda la mañana, tenemos una buena noticia para ti: te presentamos el smoothie bowl. ¿Sus ventajas? Son saludables, apetitosos, sencillos de preparar y muy versátiles. Sigue estos tres pasos para realizar un smoothie bowl perfecto.

1. La fórmula mágica para crear la base

Toda la gracia del smoothie bowl está en la base, el puré o batido de ingredientes que acogerá los ingredientes añadidos. Para que sea atractivo y sabroso lo mejor es apostar por un color llamativo, que además suele ser reflejo de las vitaminas de todo lo que hayamos usado. Un verde vivo, amarillo limón, rojo pasión o púrpuras y rosados son buenas opciones que apetece comerlas con solo verlas.

2. Consistencia y proporciones

Para llevar tu smoothie de bebible a comible con una cuchara, tienes que asegurarte de que estás usando la suficiente cantidad de fruta congelada como para crear una mezcla helada y consistente, similar al de un helado. Lo recomendado para armar un smoothie bowl consistente, es usar dos paquetes de acaí congelado, medio plátano (fresco o congelado) y 1/8 de taza de jugo de manzana (aproximadamente 250 gramos de sólidos a 30 gramos de líquido). Esa es la proporción correcta, sin embargo las frutas que quieras usar dependen de ti.

3. Los toppings o ingredientes añadidos

Los toppings se colocan por encima de nuestro smoothie bowl para darle sabor y también un aspecto más apetitoso. Podemos usar todo tipo de semillas (semillas de chía, semillas de lino, semillas de amapola), granola o avena, todo tipo de frutas, frutos secos (nueces, almendras, avellanas trituradas), fruta desecada (pasas, orejones). Sí debemos tener cierto cuidado con los toppings porque es donde se nos suele ir la mano y podemos convertir un saludable smoothie bowl en un plato demasiado calórico y poco equilibrado.

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