A pesar de los significativos avances logrados en la lucha contra los malos hábitos alimenticios, aún se debe trabajar en la ciudad de Cochabamba porque los porcentajes de mala alimentación en los niños y adolescentes de los establecimientos son elevados. Esta es la conclusión del estudio elaborado por la Organización No Gubernamental (ONG) South Group con el proyecto CERCA - Alimentación.
Para la institución es importante empezar a informar sobre las consecuencias que tiene no alimentarse correctamente. En el documento elaborado por Cinthia Luz Pari, parte del equipo investigador, señala que los hábitos alimentarios saludables deben comenzar desde los primeros años de edad, ya que las rutinas aprendidas tempranamente tienden a perdurar a lo largo de toda la vida.
Los padres tienen un rol importante en este propósito. No solo se debe enseñar con el ejemplo, se tiene que incorporar en la dieta alimentos acorde a la edad sin hacer la diferencia entre hombre o mujer.
Si durante los primeros años de edad el niño tiene una dieta equilibrada, será más fácil que después continúe con alimentos sanos. La escuela también es un ámbito donde se enseña y consolida los entornos saludables y se pueden reforzar los buenos hábitos de alimentación.
La investigación se llevó adelante con niños y adolescentes desde nivel preescolar hasta el último año de secundaria, para ver sus estilos de vida y alimentación. Este estudio se realizó en un colegio particular y en tres colegios fiscales. Mediante las encuestas se observó que la mayoría de los niños y adolescentes solo consumen alimentos sólidos y se olvidan del líquido, tampoco equilibran su alimentación.
Se identificó un 16 por ciento de niños con obesidad. Los padres de familia son los responsables de esta situación, porque son los encargados de su alimentación. Si no obtuvo buenos hábitos de alimentación será imposible corregirlo después.
Por otro lado, el porcentaje de desnutrición de las niñas es el 1 por ciento debido al descuido de los padres. En el documento se menciona la necesidad de “empezar a tener conciencia del gran daño que están ocasionando a sus propias hijas porque los problemas se presentarán en la edad adulta”.
La ONG propone una guía de alimentación saludable para los maestros de clases. Se propone la organización de un club del desayuno para las primeras horas de clase donde puedan comer una fruta y tomar un vaso de agua. Se recomienda a los estudiantes y se sugiere a sus padres darles una fruta para el camino al colegio y un vaso de leche a la salida del colegio en vez de comida chatarra. Además, no prohibir la hora del recreo en el colegio porque es muy importante para hacer actividad física, comer, beber algo, relajarse e ir al baño. Finalmente, se debe controlar a quienes consumen alimentos no saludables e incluir clases de alimentación saludable para motivar su elección y consumo.
Además, plantean una guía similar para los padres. Por ejemplo, la porción sólida para los niños debe ser del tamaño de una mano. En el momento de las comidas no debe existir un clima de estrés por un tiempo de juego para asimilar mejor los alimentos. No es aconsejable apurar a los niños.
Se les debe motivar a comer frutas por las mañanas y tardes. Es bueno tomar medio vaso de agua al despertar y otro antes de dormir. Tiene que ir al baño al despertar, antes de dormir y cada 4 ó 5 horas durante el día. Hay que reemplazar jugos y gaseosas por refrescos hervidos en casa.
Es importante respetar las 10 a 11 horas de sueño de los niños.
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