Se incluyen en la gastronomía moderna para proveer un toque exquisito a las comidas y albergan un concentrado de nutrientes esenciales para la salud del cuerpo. Por estas razones, es primordial incorporarlas a tu menú diario.
9 opcioneS sanas para tu organismo
A pesar de su tamaño minúsculo, las semillas poseen una gran cantidad de proteínas vegetales, fibras, vitaminas, minerales, oligoelementos y ácidos grasos insaturados. Suministran mucha energía al organismo y pueden ser incluidas
en diversas recetas.
CHÍA
Estas semillas atesoran una multitud de nutrientes. Contienen hierro y folato, los cuales son esenciales para el funcionamiento óptimo del metabolismo. Su riqueza en calcio y magnesio permiten fortalecer los dientes y huesos, mientras que su alto aporte en omega 3 es excelente para el corazón, ya que reduce la tasa de triglicéridos y colesterol nocivo para la salud. Esto ayuda a disminuir los riesgos de desarrollar problemas en las arterias. También poseen fibras solubles, las cuales estabilizan el nivel de glucosa sanguínea, evitan el exceso de colesterol y aumentan la sensación de saciedad.
CÁÑAMO
Las semillas de cáñamo consisten en una excelente fuente de proteínas y fibras, las cuales son esenciales para la salud cardíaca y gastrointestinal. Gracias a su alto contenido en omega 3 y 6, favorecen el crecimiento del cabello y del tejido cutáneo. También mejoran el funcionamiento cerebral y cardiovascular. Asimismo, estas semillas contienen fitoesteroles. Éstos reducen la tasa de colesterol nocivo para el organismo. Por otro lado, es un producto libre de pesticidas, ya que su planta no necesita ningún químico. De esta manera, su sabor es suave y agradable, parecido a las avellanas o nueces y no acarrean problemas de digestión o intoxicación.
GRANADA
Esta fruta contiene numerosas semillas que son ricas en vitaminas, fibras, potasio, calcio, hierro, zinc, magnesio y antioxidantes. Estos últimos componentes permiten proteger las células del cuerpo de los radicales libres y previenen la formación de coágulos en la sangre. Por lo tanto, reducen los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Asimismo, las semillas de granada encierran polifenoles, los cuales disminuyen las probabilidades de padecer cáncer. También tienen propiedades antiinflamatorias y combaten las enzimas que destruyen los cartílagos.
LINO
Debido a su alto contenido en fibras solubles, las semillas de lino disminuyen la tasa de colesterol nocivo. También incrementan la sensación de saciedad, estabilizan el nivel de glucosa en la sangre y favorecen el proceso de digestión. Por otro lado, son una fuente rica de ácidos grasos omega 3, los cuales son esenciales para el funcionamiento del cerebro y de los ojos. Asimismo, estos componentes permiten reducir las cantidades de triglicéridos sanguíneos. Finalmente, los fitoestrógenos presentes en estas semillas contribuyen a prevenir algunos cánceres.
CALABAZA
La calabaza es una fruta que contiene muchas semillas, las cuales encierran vitaminas del grupo B, hierro, magnesio y zinc. Estas sustancias son importantes para luchar contra los radicales libres y fortalecer el organismo. Asimismo, las semillas de calabaza tienen un aporte alto de proteínas concentradas en triptófano, el cual es un aminoácido que reduce la ansiedad. En cuanto a los omega 3 que se encuentran en las mismas, son ácidos grasos que evitan el exceso del colesterol nocivo en el cuerpo y mejoran la circulación sanguínea, lo que es esencial para el funcionamiento del cerebro y corazón.
AJONJOLÍ
Suele ser muy apreciado por el sabor que brinda a las comidas. Sus semillas consisten en un concentrado de calcio, el cual es primordial para fortalecer los huesos. También contienen hierro, fósforo, zinc, vitaminas del grupo B y fibras. Éstas últimas son esenciales para el funcionamiento óptimo del sistema digestivo, ya que regulan eficazmente el tránsito intestinal. Asimismo, las semillas de ajonjolí poseen dos sustancias propias: la sesamina y la sesamolina, las cuales pertenecen a un grupo de fibras llamadas lignanos. Éstas tienen un efecto benéfico sobre el colesterol, ya que lo reducen. También permiten equilibrar la presión arterial.
GIRASOL
Esta flor encierra unas semillas ricas en vitaminas del grupo B y folato. Estos componentes protegen el sistema inmunitario. También son útiles durante el embarazo, ya que optimizan el desarrollo del feto. Por otro lado, las semillas de girasol tienen un aporte alto en vitamina E, la cual es un antioxidante que previene el deterioro de las células del organismo. Asimismo, incrementan la renovación del cabello y del tejido cutáneo. Puedes incorporar estas semillas en las comidas o cocer tus alimentos con aceite de girasol.
COMINO
En la cocina, las semillas de comino perfuman los platos. En cuanto a la salud, tienen propiedades antioxidantes que protegen al organismo de los radicales libres y la oxidación, lo que permite prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cánceres. También poseen virtudes antimicrobianas y antifúngicas. Su consumo es particularmente recomendado en las personas diabéticas porque estas semillas disminuyen la tasa de azúcar en la sangre. Además, tienen virtudes diuréticas y antiespasmódicas. Asimismo, las puedes utilizar para reducir la producción de ácido en el estómago, lo que consiste en un factor protector contra las úlceras.
HINOJO
El hinojo está compuesto de pequeñas semillas, las cuales son utilizadas para añadir un toque delicioso a nuestras comidas. También poseen numerosos beneficios para el organismo. Los antioxidantes que contienen ayudan a reducir los riesgos de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares. Sus fibras permiten eliminar las toxinas del intestino. Por lo tanto, son ideales para prevenir las afecciones del colon. Estas semillas también tienen virtudes antiinflamatorias. Además, pueden ser consumidas para bajar la tasa de colesterol nocivo y la hipertensión arterial. Asimismo, consisten en una fuente rica de calcio, el cual es primordial para la salud ósea.
PROCEDIMIENTOS PARA SU APROPIADO CONSUMO Y CONSERVACIÓN
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F. Andres Sabat
Editor Salud
Las semillas tienen múltiples efectos positivos sobre la salud. Sin embargo, algunos nutrientes pierden su eficacia, ya que muchas personas no saben cómo deben ingerirlas y conservarlas. Por esta razón, te proporcionamos consejos útiles para que aproveches al máximo de sus virtudes.
- Lino: las semillas de lino guardan una gran cantidad de ácidos grasos omega 3, pero al consumirlas enteras, su cáscara exterior resiste a las enzimas digestivas y el organismo no asimila los omega 3. Para evitar esto, debes comprar las semillas de lino y molerlas. En cuanto a su conservación, las semillas enteras se mantienen intactas durante un año a temperatura ambiente cuando las colocas en un recipiente hermético. Una vez molidas, se sugiere ponerlas en la nevera durante un mes como máximo.
- Chía: no es necesario moler las semillas de chía para gozar de sus propiedades. Se incorporan fácilmente a una serie de alimentos combinados en preparaciones dulces o saladas. Además, se preservan mejor que las de lino, ya que contienen más antioxidantes. Viértelas en un recipiente hermético y ubícalo en cualquier lugar de tu cocina. Debes consumirlas dentro de un año.
- Ajonjolí: estas semillas son comercializadas enteras, peladas, crudas o tostadas. Suelen acompañar numerosas comidas, panes y postres. En cuanto a la conservación, debes mantener tanto sus semillas como el aceite en el refrigerador para evitar que se vuelvan rancios.
- Cáñamo: para frenar la oxidación de estas semillas frágiles, debes conservarlas en la nevera durante máximo 6 meses. Puedes consumirlas enteras o molerlas para espolvorear tus preparaciones culinarias. No las cuezas porque se destruyen los omega 3 que las componen. Asimismo, toma en cuenta que el aceite de cáñamo no aguanta el calor. Por esta razón, se recomienda utilizarlo únicamente en aderezos.
- Calabaza: puedes comer las semillas de calabaza enteras en una merienda o añadirlas a diferentes recetas. Asimismo, es posible molerlas o consumir su aceite, pero esta última alternativa es más costosa. Para preservarlas, debes imperativamente ubicarlas enteras en el refrigerador e ingerirlas dentro de 8 meses.
- Girasol: se incorporan sus semillas crudas, cocidas y molidas a una multitud de comidas. También puedes optar por cocinar con el aceite de girasol para aprovechar de su riqueza en nutrientes. Debes conservar las semillas enteras en una lata de metal y colocarlas en un lugar fresco. En cuanto a las molidas y el aceite, es preferible mantenerlos en la nevera para evitar que se vuelvan rancios. Otra opción consiste en congelar las semillas.
- Granada: esta fruta se conserva a temperatura ambiente durante unos días. Si no la vas a consumir de inmediato, debes ubicarla en la nevera e ingerirla en un plazo de 3 semanas. También puedes congelar sus semillas. Esta fruta se consume preferentemente natural o en zumos sin añadir azúcar.
- Comino: se comercializan sus semillas naturales o tostadas. Si las mueles, pierden gran parte de su aroma, pero se mantienen los nutrientes. Para una conservación óptima, debes alojarlas en un recipiente de cristal.
- Hinojo: se utilizan generalmente sus semillas para condimentar tortas, panes y pescados. Las puedes conservar durante unos días en la nevera, vertiéndolas en una bolsa de plástico agujereada.
Las semillas deben ser integradas a nuestras comidas cotidianas porque concentran diferentes nutrientes esenciales para el cuerpo, lo que previene el desarrollo de enfermedades. Con estas recomendaciones acerca de su consumo y conservación, podrás gozar de sus increíbles propiedades.
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