A pesar de la información constante de aumentar el consumo de determinadas vitaminas y minerales por encima de las necesidades nutricionales para aumentar el sistema inmunitario, no existe suficiente evidencia científica con relación al COVID-19, y tal como lo menciona la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, no se puede en este momento, afirmar que, potenciar su consumo, se asocie a un menor riesgo de coronavirus (1,3).
No existe evidencia que algún nutriente, compuesto, alimento específico, suplemento o producto natural para la salud pueda ayudar a prevenir la infección por el COVID-19 en sujetos no infectados o a combatirlo en sujetos con sintomatología leve (1,3).
Todavía, no hay evidencia científica suficiente para definir un tratamiento nutricional específico si se enferma con COVID-19. Sin embargo, según la literatura y experiencia internacional, se sugiere como medida para hacer frente al COVID-19 mantener una alimentación saludable y las recomendaciones nutricionales deberán ir dirigidas a disminuir los síntomas provocados por los problemas respiratorios, gastrointestinales y la fiebre asegurando una adecuada hidratación.
La función inmunológica, depende en gran parte a factores como la genética, el medio ambiente, el estilo de vida, la nutrición y la interacción de estos factores (2).
En este sentido, para proteger nuestro sistema inmune, disminuir el riesgo de enfermedades y proteger la salud en general, es esencial llevar unos hábitos de vida saludables tales como: practicar actividad física regularmente, tener una adecuada higiene, dormir suficiente, descansar y controlar el estrés.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud propone las siguientes recomendaciones frente al COVID19:
1. Comer una dieta nutritiva y saludable.
2. Limitar el consumo de alcohol y de bebidas azucaradas.
3. No fumar
4. Realizar actividad física todos los días.
5. Mantener una mente saludable, aprendiendo a controlar el stress.
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