Si hay una fruta que ha tenido una fuerte presencia en la historia humana, esa es la uva. Y no solamente como fruta sino también por la elaboración del vino con más de 5.000 variedades
Además de ser usadas en su estado fresco como ingrediente en repostería, esta fruta se convierte en acompañante ideal para determinados platos salados.
En forma de salsa acompaña muy bien el pollo, los pescados no grasos y la carne de cerdo.
Son ideales para combinar con distintos tipos de quesos y para hacer riquísimos jugos.
Cuanto más maduras están las uvas, más dulces son. Por eso, los expertos en cocina suelen recomendar usar las más maduras (no importa tanto su color).
En la pastelería o repostería, las más dulces y por lo tanto menos ácidas. Para emplearlas en platos salados todo lo contrario conviene las que no sean tan dulces.
Gracias a su frescura, pueden transformar cualquier plato, especialmente cuando se busca una receta que no sea convencional y que al mismo tiempo resulte fácil de realizar.
Se puede jugar con la imaginación a la hora de agregarlas al menú ya que equilibran los sabores y logran que ninguno sobresalga por sobre los otros, afirman los conocedores.
Como jugo antioxidante:
Pasar por la licuadora granos de uva negra sin semilla, un puñado de arándanos y otro de moras.
Mezclar y servir.
Como piqueo:
Preparar una buena tabla de quesos y acompañar con uvas blancas y negras, panes diferentes y ensalada verde.
Escarchadas:
Pasar por clara de huevo
ligeramente batida granos de uva blanca y negra, e inmediatamente pasarlos por azúcar. Colocarlos en una bandeja forrada con papel antiadherente y llevar a la heladera durante una hora para que "escarche".
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