domingo, 9 de octubre de 2016

Nutrigenómica, alimentación basada en los genes

Cada vez hay más avances tecnológicos y médicos y Anabel Aragón, responsable de salud y nutrición de Nestlé, ha tratado con EFE Salud una nueva revolución: la nutrigenómica.

“La nutrigenómica es una ciencia que estudia los efectos que tienen los diferentes componentes de nuestra dieta en la actividad del genoma humano, es decir, de nuestros genes. Ayuda a entender qué pasa en nuestro cuerpo una vez ingeridos un alimento o un nutriente concreto”, explica la experta.

Pretende ser una herramienta para “prevenir, mitigar, pronosticar y curar enfermedades” en un futuro. “Los avances en nutrigenómica nos permitirán acercarnos mejor a la respuesta de preguntas como por ejemplo qué componentes de la dieta tienen importantes beneficios para la salud, en qué cantidad será más efectivo, qué necesidad tenemos de tomar unos u otros para prevenir el desarrollo de enfermedades concretas”, señala.

Es un estudio complejo en el que existen algunas respuestas, pero aún queda mucho por descubrir. En el caso de muchas enfermedades importantes, la influencia de la nutrición es sólo una parte del total de factores. Como por ejemplo ocurre en la obesidad o en las enfermedades cardiovasculares.

Nutrigenética

Anabel Aragón: “La nutrigenética es la disciplina que estudia los efectos de las variaciones genéticas individuales en cómo nuestro cuerpo responde a los nutrientes. Es mirarlo justo desde el otro prisma. La constitución genética determina la respuesta de la ingesta de determinados nutrientes”.

Esta disciplina intenta contestar “por qué algunas personas que consumen muchas grasas no padecen enfermedades cardiovasculares y otras que toman muchas grasas, no tienen altos niveles de colesterol”. La respuesta a estos interrogantes está asociada “al perfil y cantidad de unas sustancias que intervienen en el metabolismo de las grasas que, en este caso, se encuentran determinados genéticamente en cada individuo”, señala la experta.

La nutrigenética lo que busca es la posibilidad de “evolucionar desde las tradicionales recomendaciones dietéticas universales a la denominada nutrición personalizada de acuerdo con la constitución genética de cada persona, adaptando las recomendaciones generales a unas individuales para prevenir, mitigar o curar enfermedades”.

¿Dietas personalizadas según los genes?

Los requerimientos nutricionales de los individuos “no dependen sólo de los parámetros de variabilidad clásicos” (edad, sexo, etapa del desarrollo, etc.) sino que también son “modificados por la variabilidad genética” porque esta supone diferencias en el funcionamiento de nuestro metabolismo.

“Las dietas personalizadas son uno de los principales objetivos de la nutrigenética para conseguir medidas preventivas para diversas enfermedades mediante una dieta individualizada que el profesional recomienda en base al estudio genético de la persona”, aclara la experta.

La especialista en nutrición declara que la dieta personalizada según la genética “es una esperanza de futuro más que una realidad práctica” y que aún “queda mucho trabajo para los investigadores”.

“Es cierto que comenzamos a vislumbrarlo, pero debemos ser prudentes porque todavía no existe suficiente conocimiento como para aplicarlo a toda la población. Existen test genéticos comercializados que no se basan en una evidencia suficiente, es un aspecto que esperamos que mejore en el futuro. Todos los resultados de estos test podrían llevar a confusión o crear falsas expectativas”, sostiene Anabel.

Se debe recalcar que este tipo de servicio genético debe ser “realizado por un profesional de la salud capaz de interpretar los datos, es decir, que tenga una especialización en este campo”, aconseja la experta. Este profesional será el que paute “una dieta personalizada no sólo en base a los datos genéticos, sino también a los tradicionales datos antropométricos (sexo, talla, peso) y bioquímicos (los obtenidos en un análisis de sangre) y además es muy importante el estilo de vida que lleve la persona (la práctica de ejercicio físico, hábitos como fumar o no beber alcohol, etc.).

Pauta genérica de alimentación

Anabel explica que la mayoría de expertos coinciden en seguir “las pautas de la dieta mediterránea” debido a su gran variedad de productos y a la cabeza: las frutas, verduras y el aceite de oliva.

“Si llevamos unos hábitos de vida saludable, aunque nuestra carga genética nos predisponga a la obesidad o diabetes, podemos minimizar esa influencia genética y llevar una dieta mediterránea también puede ser beneficioso. Siempre se debe combinar con ejercicio físico”, asegura.

Las ultimas evidencias científicas apuntan a que no estamos totalmente determinados por nuestra herencia genética y que tenemos capacidad de influir. Incluso de modificar nuestros genes dependiendo del modo en que nos alimentemos y de nuestros hábitos de vida.

No sólo afecta a nuestra vida, sino que determinados cambios que se produzcan, también podemos transmitirlos a nuestra descendencia. De ahí la importancia de nutrirnos bien siempre, en todas las etapas de la vida y sobre todo en el embarazo.

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