lunes, 1 de febrero de 2016

Beneficios de consumir proteína

La alimentación es uno de los aspectos que tratamos o deberíamos tratar de cuidar más. Dentro de una dieta equilibrada, debemos incorporar nutrientes básicos como grasas, carbohidratos y proteínas para gozar de una buena salud. Centrándonos en las proteínas, estas tienen un función primordial en la formación de huesos, músculos, piel y otros tejidos, confirmando el dicho de que somos aquello que comemos. El cuerpo no es capaz de producir proteínas esenciales, por lo que es fundamental encargarnos de suministrar la cantidad adecuada a través de la alimentación.

Tipos de proteínas



En primer lugar, debemos diferenciar los dos grandes grupos en los que clasificamos las proteínas.

Proteína animal

Son aquellas proteínas de origen animal. Se dividen en:

Proteínas fibrosas. Tienen la función de proporcionar soporte a las células y organismos y son insolubles en el agua . Forman principalmente el pelo y las uñas, la piel tendones, huesos y dientes.
Proteínas globulares. Compuestas por líquidos que son de fácil digestión y que presentan una elevada cantidad de aminoácidos esenciales. Se encuentran en las globulinas de la sangre, así como en determinados alimentos, como el huevo y la leche.

Proteína de origen vegetal

Glutelinas. Son el principal componente del gluten y presenta una estructura elástica que confiere al pan el aspecto esponjoso.
Prolaminas. Predominante en los cereales, esta proteína se compone de prolina y glutamina.








Proteínas necesarias



Lo importante de las proteínas no es tanto su cantidad, sino la calidad de los aminoácidos que formas las proteínas. Por ello, el valor de la proteína radica en la capacidad que tiene para generar una mayor cantidad de proteína por el propio cuerpo. El exceso de proteína puede conllevar a problemas en el organismo, y la cantidad recomendada es de 0,8 gramos por cada kilo de nuestro peso. Por lo tanto, una persona cuyo peso es de 60 kilos, requerirá de unas 48 gramos de proteína al día. El hecho de consumir carne procesada y embutidos, proporciona una elevada cantidad de proteína innecesaria en el organismo. Si además, añadimos el consumo habitual de productos lácteas, como la leche, quesos y yogurt, así como huevo, el recuento de proteínas se dispara. Por ello, lo mejor es combinar una dieta de proteína animal y proteína de origen vegetal.

Proteínas en diferentes etapas

La proteína puede ejercer una función diferente en organismo en función de la etapa de la vida en la que nos encontremos. Así pues, en la edad de crecimiento o la vejez, los beneficios del consumo de proteínas se basará en el correcto desarrollo y mantenimiento de huesos, músculos y tejidos del cuerpo. Además, en el caso de la vejez, la proteína ayuda a prevenir problemas de demencia. En el embarazo y la lactancia, el consumo de proteína aporta beneficios para el correcto desarrollo del bebé, además de que la madre necesitará un mayor consumo de estas. Otro beneficio del consumo de proteínas muy extendido es en el ámbito del deporte, puesto que contribuyen al desarrollo de la masa muscular, además de reducir el desgaste de los mismos. Sin embargo, el consumo en estos casos debe ser moderado e ir acompañado de un control, por lo que es recomendable acudir a un nutricionista.

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Beneficios de la proteína: condiciones de salud



Independientemente de la proteína que cada persona necesita diariamente, hay una serie de personas que presentan condiciones por las cuales requieren un aporte de proteína más elevado, y en las cuales estas pueden jugar un papel importante por los beneficios que su consumo supone.

Personas que están recuperándose de heridas o de úlceras, así como aquellas que han sufrido quemaduras en la piel.
Aquellas personas que presenten síntomas de desnutrición, inapetencia, o tengan problemas para absorber nutrientes.
Personas que han sido operadas de obesidad.
Personas con un sistema inmunológico débil.

Los beneficios de consumir proteína ayudan a que las personas con estas condiciones puedan recuperarse.

Beneficios de consumir proteína

Los principales beneficios de consumir proteína son los siguientes;

Asegurar una correcta función de las células.
Formar y reparar tejidos corporales, músculos, órganos, piel, uñas y huesos.
Contribuyen a una correcta digestión de los alimentos.
Son una fuente de energía.
Cumplen una función importante en el transporte del oxígeno en la sangre.
Intervienen a mantener unos niveles de azúcar en sangre.
Son vitales para fortalecer el sistema inmunológico y evitar infecciones y enfermedades.








Consecuencias de la falta de proteína



La deficiencia de proteína tiene repercusiones en nuestro organismo que se traducen en malnutrición. Los síntomas pueden llegar a ser de gravedad y son la principal causa de muerte por malnutrición en países tercermundistas. No obstante, en los países desarrollados también es frecuente una falta de proteínas en algunas personas, especialmente en las que tratan de llevar una dieta restricitiva, por la cual se prima el consumo de algunos alimentos, en contra del consumo inferior de otros, algo que puede suponer un riesgo para la salud. Como explicábamos anteriormente, las proteínas son esenciales para la formación de gran parte de nuestro cuerpo, por lo que no consumir la suficiente puede conllevar diferentes problemas:

Anemia. Las proteínas tienen la función de transportar el oxígeno en la sangre así como formar glóbulos rojos, por lo que su déficit puede suponer una falta de estos.
Edema. Se trata de la acumulación de líquido en las capas internas de la piel, especialmente en las extremidades inferiores.
Hipoglucemia. Consiste en la alteración del equilibro de diferentes sustancias del cuerpo que intervienen en el metabolismo de los hidratos de carbono. Como consecuencia, hay un nivel de azúcar en sangre bajo, y puede provocar pérdida de conocimiento, así como otras alteraciones.
Pérdida del cabello. La falta de proteína deriva una falta de musculatura que debilita las necesidades vitales y que puede producir la caída del cabello.
Pérdida de peso. La proteína forma parte de los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita. Por lo tanto, un déficit de proteína provocará que los músculos no puedan desarrollarse adecuadamente, se produzca una pérdida muscular y, como consecuencia, disminuya el peso.
Piel pálida. La anemia o la falta de hierro que suelen acompañar la falta de proteína, tiene como síntoma la piel pálida.
Desmayos y fatiga.
Problemas de cicatrización y recuperación de enfermedades por la debilidad del sistema inmunológico.








Alimentos de origen animal

Pollo
Carne.
Embutidos.
Salmón.
Lubina.
Atún.
Lácteos: leche, queso, yogurt.
Huevos.

Alimentos de origen vegetal

Espinacas.
Garbanzos.
Pasta de trigo.
Pan.
Arroz.
Col.
Patata.
Calabacín.
Aguacate.
Zanahoria.
Cebolla.
Plátano.

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