Los jugos verdes ganaron popularidad, en los últimos años, como aliados en la búsqueda de una vida saludable, ya que se les atribuyen propiedades desintoxicantes y la capacidad de regular los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, ¿qué tan efectivos son realmente en el control del azúcar en la sangre?
Magaly Bishop, nutricionista y dietista especializada en nutrición clínica y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que si bien todos los alimentos naturales poseen propiedades que contribuyen a la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, ella tiene cautela al momento de recomendar los jugos verdes.
"Como nutricionista y con años de experiencia en trabajo clínico, particularmente no estoy a favor de los famosos jugos verdes, ya que sabemos que no todas las personas o seres humanos somos iguales y nuestro organismo responde de manera diferente", indica.
El jugo verde, una mezcla de vegetales y frutas (pepino, manzana verde, apio, espinaca, jengibre y limón), es promovido como una bebida capaz de controlar los niveles de azúcar en la sangre. Muchas personas suelen consumir esta bebida en ayudas.
Para Bishop, en casos de pacientes con diabetes tipo II y enfermedad renal, el consumo de jugos verdes puede ser, incluso, perjudicial debido a la sobrecarga de oxalatos y minerales, lo que podría afectar la función renal.
Además, señala que su consumo diario expone a las personas a algunos riesgos, como la disminución de la acción de medicamentos anticoagulantes, la reducción en la absorción de hierro, calcio, zinc y vitamina D o la posible inducción de enfermedades agudas.
Consumo adecuado de frutas y verduras
Bishop asegura que la mejor manera de controlar la hiperglucemia es mediante una alimentación rica en fibra, consumiendo frutas y verduras enteras, así como cereales integrales. También enfatiza la importancia de masticar los alimentos para una mejor asimilación, ya que la masticación activa la insalivación y la mezcla de enzimas que ayudan en la degradación y absorción de nutrientes.
Recomienda consumir diariamente frutas y verduras de todos los colores; incluir verduras en ensaladas, sopas y otros preparados; e ingerir entre 5 a 8 porciones de frutas al día de manera natural.
Recomendaciones para el consumo de jugos verdes
Si bien es esencial incorporar alimentos como pepino, apio, manzana o jengibre en la dieta, Bishop aconseja moderación en las porciones.
"La porción de pepino es de 56 a 60 g, mientras que en un batido de estos se suele utilizar un pepino completo que puede pesar entre 250 y 400 g, generando un hiperconsumo de oxalatos, fitatos, vitamina K y fibra, lo que puede desencadenar riesgos en la coagulación, distensión abdominal, gases y diarrea", alerta.
Por ello, sugiere consumir estos alimentos en su forma natural y no como jugos verdes. En caso de optar por jugos, recomienda limitarlos a una o dos veces por semana para evitar excesos.
Alimentos naturales
Los alimentos en su estado natural poseen propiedades que contribuyen a la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
“Estos alimentos, ricos en fibra, antioxidantes y compuestos bioactivos, mejoran la sensibilidad a la insulina y ralentizan la absorción de glucosa en el intestino, ayudando a mantener niveles estables de azúcar en la sangre y previniendo picos de glucosa”, señala.
Entre estos alimentos destacan:
- Brócoli y brotes de brócoli: contienen sulforafano, un compuesto que mejora la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de azúcar en la sangre.
- Pescados: ricos en proteínas y grasas saludables, ayudan a ralentizar la digestión y evitar picos de glucosa.
- Yogur griego: bajo en carbohidratos y alto en proteínas, mejora la sensibilidad a la insulina.
- Nueces: ricas en ácidos grasos Omega-3 y fibra, mejoran la resistencia a la insulina.
- Palta (aguacate): rica en ácidos grasos poliinsaturados y vitamina E, un antioxidante que favorece la regeneración celular y combate los radicales libres.
- Tomate: contiene licopeno, un antioxidante que mejora la sensibilidad a la insulina.
- Frutas naturales y de temporada: aportan fibra, vitaminas y minerales en proporciones adecuadas para nuestro organismo.
- Verduras en diversas preparaciones: ensaladas, sopas y guisos que enriquecen la dieta con nutrientes esenciales.
- Aceite de oliva: rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, reduce la inflamación y mejora la sensibilidad a la insulina.
La médico especialista enfatiza la necesidad de acudir a un nutricionista certificado y con experiencia antes de realizar cambios significativos en cualquier dieta, más aún si está vinculado con alguna enfermedad.
"Sugiero acudir a un nutricionista certificado y con experiencia y no dejarse llevar por influencers que no tienen el conocimiento correcto y científico sobre este tema", finaliza Bishop.