lunes, 15 de mayo de 2017

Wasabi, poderoso alimento antibacteriano



Hablamos del wasabi, un alimento muy utilizado en la dieta japonesa con un sabor picante muy potente pero sobre todo, con un gran poder antibacteriano, por ello siempre se utiliza como acompañamiento de pescados crudos. Hablamos de los beneficios y contraindicaciones de los productos picantes y comparamos la dieta japonesa con la mediterránea.

La responsable de salud y nutrición de Nestlé, Anabel Aragón, explica que el wasabi es un ingrediente muy común en la dieta japonesa que se utiliza especialmente para acompañar platos de pescado crudo como el sushi.

“Es una pasta de color verdoso con un aroma penetrante y un sabor picante que se obtiene de una raíz acuática. Pertenece a la familia del rábano y se comercializa mezclado con rábano picante, una especie más común y económica”, explica la especialista.

Comenta además, que al igual que ocurre en otras partes del mundo como México o la India, las sustancias picantes se utilizan además de su sabor, por su gran poder antibacteriano y antiséptico.

“El uso de sustancias picantes como guindillas, pimientas, ajo o en este caso wasabi no solo aportan el toque culinario sino que también contribuyen a la seguridad alimentaria por el efecto que tienen sobre la carga microbiana en los alimentos”, relata Aragón.

El wasabi se consume principalmente como acompañamiento de platos de pescado crudo, ya que es un alimento que puede conllevar una gran carga de microorganismos. En la cultura española, se recomienda siempre cocinarlos para evitar el riesgo de intoxicaciones.

Wasabi y picantes, efectos beneficiosos

“Los picantes han demostrado que tienen efectos beneficiosos como mejora de la digestión; también poseen propiedades antisépticas y antinflamatorias”, aclara la experta.

Las plantas picantes como pimientos, chiles o el wasabi generan ese sabor como mecanismo de supervivencia, lo hacen para no agradar a los animales y defenderse así de sus depredadores.

La sustancia química característica de alimentos como chiles y pimientos es la capsaicina, un componente que da sensación de picor en cuanto contacta con la mucosa bucal.

En otras especias como la curcumina, la cúrcuma es quien tiene este efecto y se usaba en la antigüedad para afecciones estomacales.

En el wasabi, su picor se debe a la presencia del isotiocianato, un compuesto químico que impide el crecimiento de microorganismos.

“Añadir condimentos picantes a la dieta, además de dar nuevos sabores, también es beneficioso para nuestra salud si se consumen con moderación”, dicta la especialista.

Mitos en torno a perjudicialidad

Anabel Aragón revela algunos mitos en torno a que el picante es perjudicial para la salud; los desvelamos:

• Provocan hemorroides: Es cierto que en algunos casos de hemorroides no es recomendable comer picantes ya que puede agravarlo, pero no es el responsable directo de esta alteración.

• Puede provocar gastritis: los médicos no recomiendan tomar alimentos picantes en estos casos porque pueden acentuar los síntomas aunque el picante no es el causante de ello.

• Provocan contracciones en mujeres embarazadas: No hay ningún estudio que demuestre la relación causa efecto entre el picante y un parto prematuro.

Dieta japonesa vs. mediterránea

Anabel asegura que la dieta tradicional japonesa y la dieta mediterránea tienen muchos aspectos comunes como su abundancia en frutas y hortalizas de temporada.

“Las algas en la japonesa, legumbres, cereales y gran cantidad de arroz se comparan con el consumo de trigo en de la mediterránea. Utilizan fuentes de proteínas animales como pescados, mariscos, huevos y el predominio de grasas saludables poliinsaturadas; en la mediterránea hay que añadir aceite de oliva, frutos secos, pescados y mariscos”, explica Anabel Aragón.

Ambas dietas tienen un uso culinario de los alimentos sencillo, con cocciones diversas y persiguen mantener las características sensoriales originales.

La esperanza de vida de los japoneses es la mayor del mundo, alcanzando en las mujeres los 87 años, justo seguidas por las españolas con los 85 años.

Los estudios científicos dicen que las personas que siguen este tipo de dietas además de ser más longevas, disminuyen la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.

Diferencias

“Desde el punto de vista del equilibrio energético, la dieta japonesa es muy rica en hidratos de carbono llegando casi al 65% de la energía, no alcanzando el 25% de las grasas; este aspecto es muy diferente a la dieta mediterránea porque las grasas en nuestra dieta alcanzan hasta un 40%, principalmente por el consumo de aceite de oliva“, aclara la nutricionista.

En ambos modelos, la presencia de ácidos grasos es alta pero, en la japonesa, su “fuente principal es el pescado”, mientras que en la mediterránea, además del pescado, están los “frutos secos y las semillas”.

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