jueves, 11 de mayo de 2017

Cómo es la cena perfecta

A muchas personas les pasa, sobre todo a mujeres: La hora de llegar a casa después de trabajar se asocia a un momento de descargar ansiedad y recuperarse del esfuerzo realizado durante el día. Tanto si has hecho deporte a última hora como si vienes de un atasco o has tenido un ratito de estrés acostando niños, es importante tomar conciencia de que la cena puede ayudarte a mejorar el ánimo si es saludable, está elaborada con calma y contribuye a pasar un buen rato. En ese sentido, tan importante es elegir el qué cenar como de qué forma hacerlo. Ni tomarse un yogur de pie en la cocina, ni atiborrarse de comida basura es bueno para ti. La mejor cena es la que aporta un poco de todos los nutrientes, te permite disfrutar de ese último rato del día y te prepara para dormir a pierna suelta. Todo ello, sin perder la talla. Parece difícil, pero no lo es. Sigue los consejos de la dietista-nutricionista Victoria Fagúndez, máster en Obesidad, para preparar la mejor cena.

¿UN YOGUR PARA CENAR?

“¿Cenar un yogur con unos cereales integrales para mantener la línea? ¡Error!”, advierte Victoria Fagúndez. En la mayoría de los casos, esta opción supone una bomba de azúcares. Un yogur natural sólo debe llevar leche (entera o desnatada) y fermentos lácteos. Sin embargo, muchos de los que venden son realmente postres lácteos. Lo mismo ocurre con los cereales. Muy ricos en fibra, sí, pero con demasiado azúcar. No es una buena opción.

MUJER PREVISORA... NO COMERÁ POR DOS

Organiza un menú para las cenas de toda la semana y ve a la compra. “Eso te permitirá llegar a casa tranquila, tener los ingredientes listos y poder hacer una cena saludable de la que disfrutes”, recomienda Fagúndez.

UN FRUTERO COMO CENA

“Lo mejor es cenar fruta”. Pues no. Aunque se recomienda consumir entre dos y tres piezas al día, no es lo ideal dejarlas para la noche. Salvo el aguacate y el coco, la fruta tiene hidratos de carbono (en forma de fructosa), es rica en agua, vitaminas, minerales y fibra. Para ser una cena equilibrada, necesitaría el aporte de proteínas.

PIENSA ANTES DE ABRIR LA NEVERA

La hora de llegar a casa después de trabajar es mala para las personas que tienden a la ansiedad. Es importante, antes de lanzarse a comer cualquier cosa que quite el hambre, pensar, beber un vaso de agua o de caldo y planificar adecuadamente la cena.

¿Y PARA BEBER?

Agua. Se siente. Deja el vino y las cervezas para ocasiones especiales. El cuerpo hay que mantenerlo hidratarlo hasta el final del día.

SOPA PARA CENAR

Un buen consejo es basar la cena en alimentos de origen vegetal. Si tiendes a las digestiones pesadas, mejor en crema o puré.

DORMIR A PIERNA SUELTA

Evita las verduras que tienen efecto diurético -como los espárragos o las alcachofas- para evitar la interrupción del sueño, además de las crucíferas y cebollas que pueden producir incómodos gases o reflujos. Por otro lado, intenta no cocinar de forma complicada para evitar digestiones pesadas que estimulen el estado de vigilia, así como el uso de especias o condimentos fuertes y sustancias excitantes como el cacao, el té o el café.

CENAR PROTEÍNAS

Sí, pero no cualquiera. De las proteínas de origen animal lo bueno es que ayudan a las células musculares a regenerase durante las horas de descanso. Son buena idea huevos, carnes, pescados y mariscos magros.

Si prefieres proteínas de origen vegetal, opta por legumbres, cereales, frutos secos, semillas. ¿Las mejores? la soja, el garbanzo y algunas alubias, semillas como chía, frutos secos como los pistachos y cereales como la quinua, porque contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita.

NO CENES MUY TARDE

Y tampoco lo hagas deprisa. “Dedicar tiempo a cenar y tomárselo como un ritual para desconectar de la rutina te permite terminar el día de manera relajada”, concluye Fagúndez.

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