viernes, 11 de noviembre de 2016

Puede afectar la forma de comer Cuidado con las emociones

Los antojos como las galletas, los chocolates, los pasteles, el frapuccino con crema batida, las papas fritas, los caramelos, las golosinas, el helado, las frituras, las pizzas, etc. no son el problema, solamente constituyen la punta del iceberg, la pregunta es ¿qué es lo que está debajo del agua?. El cuerpo es una máquina perfecta y como tal, nunca falla, cuando detecta que algo no está funcionando bien, emite señales.

Si se tarda mucho en escuchar esos mensajes, esas señales se manifestarán fuerte y abruptamente como sucede cuando sientes ansiedad por ciertos alimentos.

El cuerpo da señales. La ansiedad por la comida justamente es la manera que el cuerpo tiene para enviar el mensaje de que es prioritario mantener el balance, por lo se debe aprender a escucharlo. Mucha gente ve a la ansiedad por los antojos como una debilidad o falta de disciplina para mantener el control frente a ciertos alimentos, pero, esa idea está algo alejada de la verdad.

Expertos indican que hay que pensar que el cuerpo es como un “bebé llorón” y a través del llanto expresa que algo le falta pues no tiene otra forma de hacerlo; su mamá tiene que descubrir qué le pasa y por qué medio ir descartando posibles situaciones como: hambre, está mojado, sueño, heridas, duele algo, qué otras reacciones físicas presenta y con qué intensidad manifiesta sus emociones llegará a un diagnóstico y le proporcionará inmediatamente los cuidados para que el bebé encuentre bienestar muy pronto.

Si lugar al descontrol alimenticio. La mayoría de los alimentos que llegan a la mesa han sido altamente procesados y los nutrientes en su gran mayoría (principalmente los minerales, las vitaminas y enzimas) se han destruido como ocurre con los cereales refinados como el arroz y el trigo con el que se hace el pan blanco, pasteles, pastas, masa para pizzas, etc. Además la comida que se cocina a altas temperaturas (cuando se fríe, hierve o se pasteuriza) se desvitaliza perdiendo sus valiosos nutrientes por los efectos del calor.

Lo anterior trae como consecuencia que aunque se coma mucho, si la alimentación no es adecuada, el cuerpo pedirá a gritos que le proporcionen nutrientes de buena calidad y la forma que tiene para expresarse es provocándote un estado de ansiedad por comer. La clave para tratar la desnutrición está en mejorar la calidad de la alimentación comiendo más comida de alto valor nutricional que aporte más nutrientes y menos calorías. En conclusión la manera de comer descontrolada puede tener un origen emocional, por eso recomiendan ser más considerados con uno mismo y aprender a escuchar la sabiduría interna.

1. Tomar agua.
Mucha gente sufre de deshidratación crónica y lo confunde con hambre.

2. Consumir fibra.
Aumentar su consumo a través de la ingesta de verduras.

3. Suplementos.
Mejor que contengan una mezcla de vitaminas y minerales.

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