sábado, 24 de octubre de 2015

Alimentos para el cerebro y la memoria

Todos nacemos con un número de neuronas que disminuirá con los años, aproximadamente el 10% del volumen de neuronas.

Uno de los componentes más importantes de nuestra inteligencia es la memoria.

Cualquier cambio que la afecte es la señal más evidente de que algo pasa con el cerebro, normalmente provocado por la edad. Las neuronas almacenan información visual, auditiva y motriz y luego podemos recordar cada hecho, pero los años nos hacen olvidar muchas referencias.

Para tener un mayor rendimiento cerebral es necesario llevar una dieta adecuada, que nos ayudará a tener mejor memoria y mayor facilidad de concentración.

El cerebro, al igual que los músculos o los órganos del cuerpo, reacciona a la comida que tomamos y es por esto que, según los alimentos que elijamos, rendirá de una manera u otra.

El cerebro tiene preferencias y, según algunos estudios, parece "gustarle" consumir ácidos grasos como el omega-3, los antioxidantes y la fibra.

El cerebro necesita, entre otros, de silicio, fósforo y magnesio. El segundo puede ser de origen animal o vegetal. El de origen animal es necesario para las energías cerebrales y nerviosas, mientras que el fósforo de origen vegetal contribuye principalmente a la formación de órganos y huesos. El magnesio se encuentra principalmente en las avellanas.

La glucosa es el combustible principal para el cerebro. La conseguimos de azúcares y carbohidratos, pero no debemos excedernos en su consumo, ya que un exceso, además de provocar un aumento de peso, resiente la memoria y favorece las hipoglucemias. Es mejor buscar endulzantes como la stevia.

Las proteínas de origen animal, principalmente el hígado y los mariscos, ayudan con la regulación de la capacidad intelectual y del estado de ánimo.

Algunos estudios demuestran que una dieta rica en carbohidratos (patatas, arroz, harinas, leche, cereales) ayuda a calmar la ansiedad. Una buena dieta debe incluir un aporte adecuado de minerales, el hierro se encuentra en carnes, vísceras, legumbres y frutos secos.

Todas las vitaminas del complejo B ayudan en el proceso de producción de neurotransmisores, específicamente la B1 (carne de cerdo y levadura de cerveza), B6 (melón, pollo y plátano), Almendras, arroz, boniato cocido, brécol cocido, cacahuetes. Ricos en ácido fólico o vitamina B9, a B12 (hígado, huevos y queso). Esta última es muy importante para contrarrestar el estrés y fortalecer la agilidad intelectual. El germen de trigo, la soya seca, las nueces y los cacahuetes también tienen vitamina B

La vitamina C, que se encuentra en cítricos, tomates, coliflor y pimientos, disminuye la posibilidad de sufrir cáncer cerebral, sobre todo en la infancia. Los fumadores deben aumentar su consumo de vitamina C, ya que un fumador medio reduce el nivel de ésta en 20% y un gran fumador, en 40%.

Frutos secos, cereales integrales, levadura de cerveza, legumbres secas, contienen cobre. Leche, huevos, avena, alubias y guisantes. Son ricos en fósforo y otros nutrientes.

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